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El comisario Julio Cabriza, jefe del Departamento de Investigación de Itapúa, y el subjefe, comisario Hugo García, fueron relevados de sus cargos. Fue a consecuencia de la denuncia de extorsión que hizo un comerciante en contra de dos agentes de la institución, quien supuestamente fue secuestrado, le plantaron drogas y le exigieron US$ 10.000 para no comunicar el supuesto delito a la Fiscalía y a la prensa. Los involucrados en el acto ilícito fueron los suboficiales Benicio Ávalos y César Maciel.
ENCARNACIÓN, Dpto. de Itapúa.- El comerciante José Cuquejo denunció que dos agentes del Departamento de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, a quienes identificó como los suboficiales Benicio Ávalos y César Maciel, supuestamente lo secuestraron, le plantaron droga y le exigieron la suma de US$ 10.000 para no comunicar el supuesto delito a la Fiscalía y a la prensa.
Posteriormente, ambos agentes fueron detenidos, sumariados y declararon ante los agentes de Asuntos internos de la Policía Nacional. A consecuencia de este lamentable suceso, según los datos, mediante la resolución de la Policía Nacional nº 10/2018, fueron removidos de sus cargos el comisario Julio Cabriza, jefe del Departamento de Investigación de Itapúa, y el subjefe, comisario Hugo García.
En reemplazo de ambas autoridades asumieron en la jefatura el comisario Julio Ramón Samudio y como subjefe Hugo Grance.
Según los antecedentes del caso y la denuncia presentada ante el Ministerio Público, los policías interceptaron al comerciante a bordo de un vehículo en el camino que une las localidades de Jesús y Santísima Trinidad, alrededor de las 10:00 del pasado martes. Le obligaron a bajar de su vehículo y le dijeron que tenía oculto un cargamento de droga.
En el momento del operativo policial, Cuquejo se encontraba en compañía de Cristian Cubilla, un joven que trabaja para él, quien se habría prestado a la maniobra extorsiva, según el denunciante.
Siempre de acuerdo a la versión de Cuquejo, los agentes los trasladaron a ambos en vehículos separados hasta la base de Investigaciones, en Encarnación, donde revisaron el vehículo y encontraron un supuesto paquete con polvo blanco. En todo momento le exigían un pago de US$ 10.000 para no denunciar el hecho ante la Fiscalía y los medios de comunicación.
