ASUNCIÓN.- El Pleno de la Corte resolvió no confirmar a Jalil Rachid Lichi como fiscal de la ciudad de Curuguaty, por su mal desempeño en la causa sobre la masacre de Curuguaty. En su reemplazo fue nombrado Alfonso Mascareño.
El ministro Manuel Ramírez Candia hizo referencia a su desprolija actuación en la investigación sobre la invasión de las tierras de Marina Cué, oportunidad en la que fallecieron 11 campesinos y seis policías durante un intento de desalojo
Los ministros Eugenio Jiménez Rolón, presidente de la Corte, y Alberto Martínez Simón también votaron en contra de Rachid.
Votaron a favor, Miryam Peña Candia, el Dr. Antonio Fretes y el Dr. Luis Benítez Riera, con lo que la votación quedó empatada. A raíz de esta situación, se realizó una vez más la votación, pero como cada ministro se mantuvo en su postura, de acuerdo al reglamento, el presidente de la Corte, Dr. Jiménez Rolón, tuvo que decidir.
Según antecedentes, los 11 campesinos fueron condenados por los hechos punibles de homicidio doloso, tentativa de homicidio, asociación criminal, lesión grave, invasión de inmuebles, entre otros.
La masacre se registró el 15 de junio del 2012, durante un enfrentamiento donde según la investigación del Ministerio Público, los efectivos policiales fueron víctimas de una emboscada que derivó en la muerte de 11 campesinos y 6 agentes policiales, algunos de ellos recibieron entre 10 y 11 impactos de bala.
Los acusados fueron sentenciados pero los fallos fueron revocados y recuperaron su libertad, por falta de fundamentación y de justificación de la responsabilidad penal.
CONDENADOS
Los condenados por la masacre de Curuguaty fueron Rubén Villalba, a 30 años de cárcel más cinco de medida de seguridad; Luis Olmedo Paredes, con una pena de 20 años de prisión; Néstor Castro, con 18 años, al igual que Arnaldo Quintana.
Las otras personas condenadas y que se encuentran en libertad son Lucía Agüero, María Fani Olmedo y Dolores López, quienes fueron sentenciadas a seis años de prisión; Juan Carlos Tillería, Alcides Ramón Ramírez, Adalberto Castro y Felipe Benítez Balmori, que recibieron una sentencia de cuatro años.