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La historia de Olimpia está estrechamente vinculada a la Copa Libertadores de América. Ya en 1960, cuando se disputó la primera edición, tuvo al equipo paraguayo como principal protagonista, hasta tal punto que jugó la primera final contra el Peñarol de Montevideo. Desde entonces comenzó un romance con ese torneo, que permanece intacto. Hoy, a 72 horas de empezar un nuevo torneo, la ilusión de ganarlo una vez más, sigue intacta.
ASUNCIÓN.- El proyecto de este año viene de la mano con algo más que el deseo de seguir acrecentando la rica historia deportiva del club, e incursionar también en el ámbito de las megas construcciones deportivas que encabeza la directiva de Marco Trovato. En corto plazo se ejecutará e inaugurará la remodelación del campo de entrenamiento conocido como Villa Olimpia para convertirse en un centro de alto rendimiento. Paso previo a la construcción del nuevo estadio.
EL DESAFÍO DE GARNERO
Se sabe que al hincha de fútbol le encanta que su club crezca en lo edilicio, pero más le gusta ganar campeonatos. Y si se dan ambas cosas, mejor. Y ni qué decir si además se puede obtener un nuevo trofeo internacional. El imán de un club con tradición copera fue fundamental para que Daniel Garnero dejara su cómoda poltrona en la “toldería” para meterse a desafiar a la fiera preferencia decana.
Se sabe que ese es el examen más exigente que todo recién llegado a filas decanas debe afrontar. Ni el más duro, ni el más famoso, ni el más querido resistió los reproches de la preferencia. Y lo pueden testimoniar varios que llegaron con muchas expectativas o ínfulas, y tuvieron que aceptar el inapelable veredicto de ese grupo de “expectables” socios del club de fútbol más antiguo del país.
UÑAS DE GUITARRERO
Garnero supo ser campeón con Guaraní en el 2016 y en los dos torneos del año pasado peleó el campeonato hasta las últimas fechas. Cuando Olimpia lo contrató, se vino con su propio arquero: Alfredo Aguilar y ya lo probó y aprobó. Será el titular casi sin dudas. A pesar del buen año pasado de Librado Daniel Azcona. Pero la defensa se le complicó con las lesiones de Hernán Pellerano, primero, y de Carlos Rolón, después.
Trabajó hasta hoy, 18 días. El tiempo patea en su contra y apenas pudo hacer un amistoso. “Me hubiera gustado más, pero ya no es posible” reflexionó al respecto. El equipo que probó el sábado pasado le satisfizo, más allá de algunas imprecisiones defensivas lógicas por el escaso tiempo dedicado al fútbol y al afinamiento táctico del equipo.
EQUIPO A LA VISTA
Si nos guiamos por lo que pasó el sábado pasado, se puede decir que el equipo básico ya está. La lesión de Rolón permite reubicar a Sergio Otálvaro en el sector defensivo derecho. Los centrales van a ser Darío Verón y Juan Patiño, y el lateral izquierdo, otro colombiano: Farid Díaz. La línea de volantes genera algunas dudas. Disputan un puesto los juveniles Walter Bogado y Richard Sánchez para volantear por la derecha.
Los demás están confirmados y van a ser: Rodrigo Burgos y Richard Ortiz los centrales, y por la izquierda, más suelto y sin tanta obligación de marcar, William Mendieta. Y adelante el único confirmado es Néstor Camacho. Esto porque dependerá exclusivamente de la condición física de Roque Santa Cruz para alinearlo. Si el DT juzga que no está como él quiere, al ciento por ciento, arrancará Brian Montenegro.
LISTA, VIAJE Y PARTIDO
El sábado 20, es decir mañana, Olimpia debe presentar la lista de 30 jugadores que quedarán habilitados para las tres primeras fases de la Copa Libertadores, para clasificar a 8 equipos que pasarán a la fase de grupos.
Al día siguiente, será el viaje a Montevideo para el encuentro frente a Montevideo Wanderer’s. El plantel franjeado se hospedará en el Hotel Sheraton de dicha ciudad y los entrenamientos se llevarán a cabo en el estadio Campeón del Siglo de Peñarol. Las entradas para los visitantes costarán 1.800 pesos (G. 360.000). El plantel regresará el martes 23 para preparar el encuentro de vuelta, el viernes 26 de enero.
