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ASUNCIÓN.- El tiempo se le agota a Ulises Quintana, quien se expone a quedar fuera de la Cámara de Diputados si entre mañana y el miércoles no consigue que se le levante la prisión preventiva y le concedan medidas alternativas. Aunque algunos integrantes de la bancada añeteté pretenden convencer a la mayoría para concederle, nuevamente, permiso para estar preso, parece haber una tendencia mayoritaria a aplicar el reglamento y conformar su destitución.

Ramón Romero Roa, de la bancada independiente, pero muy cercana al oficialismo, criticó a Quintana por “perturbar al Congreso de la Nación”, afirmando que lo ideal hubiera sido que él mismo presentara renuncia al cargo, “de tal manera a que no se pueda perturbar la institucionalidad de un Congreso que necesita fortalecimiento; esa tiene que ser la actitud de un hombre público”.

Pero resulta obvio que la intención del diputado preso en Viñas Cue por estar imputado como cómplice en el tráfico de drogas no es esa, pues sus abogados intentarán nuevamente mañana conseguir su libertad provisoria, a fin de que pueda asistir a la sesión del miércoles y evitar así su tercera ausencia consecutiva e injustificada.

Romero Roa aseguró que la posición de la mayoría del bloque colorado, compuesto por las bancadas de Honor Colorado, Colorado Añetete e Independiente, es aprobar la destitución de Quintana, y dijo que “el miércoles, cuando se concreten las tres ausencias consecutivas, se realizará la sesión para decidir si se le otorga el permiso o se le retira la investidura”.

De todos modos, dijo que se debía haber esperado antes de llamar a la suplente, Rocío Abed, lo que calificó como “una medida muy personal del presidente de la cámara (…) Creo que el procedimiento no fue el acertado, teníamos que esperar tres ausencias, luego notificar al ausente y, en caso de que tenga impedimento para comparecer -que de hecho lo tiene-, tendríamos que proceder a la siguiente etapa, que es la sustitución”.

Quintana debía comparecer hoy para la audiencia de revisión de medidas pero él mismo pidió la suspensión porque se negó a presentarse ante la jueza Alicia Pedrozo, porque no confía en ella.