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Las nucleaciones partidarias que perdieron la presidencia en las elecciones generales, llámense Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Partido Democrático Progresista (PDP), Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (UNACE), Frente Guasu (FG), y otros, se olvidaron que varios de sus correligionarios fueron electos para cargos de importancias (diputados y senadores). En vez de imponer ideas para el bien del país, solo tratan de poner palo a la rueda del desarrollo y desangrar las arcas del Estado.
ASUNCIÓN.- Las nucleaciones partidarias opositora al gobierno actual deberían de actuar como agentes de sociedades pluralistas y fundamentales para que las distintas ideas sociales encuentren voz organizada y reconocida jurídicamente. Además, deberían convertirse hasta las próximas elecciones en representantes populares, para llevar a cabo un plan gubernamental para el bien común y servir de canales de recepción de las demandas de la población.
En síntesis, sus funciones principales deberían consistir en encauzar la voluntad popular, tratar de lograr consenso y adhesión, realizar intermediación entre el gobierno y los ciudadanos, ejercer función de control, ser promotores de la inclusión política de los ciudadanos y constituir canales de expresión.
Por nombrar solo algunos, a los dirigentes del PLRA ahora poco o nada les importa el país. Están enmarcados en su internas que se desarrollará en el mes de junio, incluso ni ellos mismos se entienden y en cualquier momento van a sacar a relucir los trapos sucios; pero por el momento hasta en eso son opacos.
Además, los candidatos en su mayoría son “próceres de la corrupción”, como es el caso de Salyn Buzarquis y Efraín Alegres, ambos acusados de saquear el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), cuando administraron la institución. La otra opción es Líder Amarilla, quien tiene que explicar varios negociados, en especial los “tallarines de oro”, cuanto estuvo al frente de la Municipalidad de Villa Elisa.
Mientras tanto el Frente Guasu, cuyo ideólogo es el exobispo, expresidente y actual senador de la Nación, Fernando Lugo Méndez. El parlamentario fue sacado del poder por mal desempeño de sus funciones, logró un escaño en el Senado, y ahora, pichado por ese hecho, no solo está atacando al gobierno actual sino perjudicando al pueblo.
Lugo, con sus secuaces, los “zurdos”, inicialmente trató de desestabilizar al gobierno organizando manifestaciones campesinas y apoyando a los cooperativistas, pero no lo logro. Luego, también sus seguidores trataron de infiltrarse entre los estudiantes, durante su protesta en donde lograron sacar a la ministra de Educación, Marta Lafuente, pero no lograron su cometido.
Po su parte, el PDP, encabezada por la senadora Desirée Massi, está luchando a capa y espada para evitar el juicio político, al ministro de la Corte Sindulfo Blanco. La parlamentaria tiene especial interés en el tema, ya que su esposo, el ex ministro del Interior, Rafael Filizzola, tiene cuentas pendientes con la justicia por G. 51.000 millones, por un supuesto negociado en la compra de helicópteros para la Policía Nacional.
El Partido UNACE desapareció del escenario político desde la muerte de su líder, el Gral. Lino César Oviedo.
De todo esto se puede deducir que los partidos políticos, algunos de ellos sencillamente se convirtieron en “Blanca Nieves”, después de haber probado la manzana y chupan alegremente los recursos de Estados. Mientras que otros se dedican a ponerle palo a la rueda del desarrollo.
Tampoco hay que olvidar que dentro del mismo partido de gobierno, la ANR, existen también los que entorpecen las acciones de bien para el pueblo, por sus apetencias personales de llegar al poder, como son los disidentes colorados.
UN BARRIL SIN FONDO
El subsidio para los partidos políticos es un barril sin fondos que debería de ser utilizados para mejorar la calidad de vida de los paraguayos. Está estipulado en el artículo 276 del Código Electoral y señala que el “Estado subsidiará a los partidos, movimientos políticos y alianzas los gastos que originen las actividades electorales…”. Así también establece en el Art. 281 del Código Electoral, modificado por la Ley 4743/12 que Regula el Financiamiento Político, que “los partidos, concertaciones, alianzas y movimientos políticos –que no presentaron en tiempo y forma sus balances de gastos de campaña el pasado lunes ante la Justicia Electoral– se les bloqueará todo aporte, subsidio o subvención de parte del Estado hasta por tres años y dos elecciones..
Según los datos de un total de 136 agrupaciones políticas que compitieron en las elecciones municipales pasadas, solo 59 presentaron los informes de los gastos que tuvieron durante la campaña. Un total de 77 nucleaciones no cumplieron la ley y, por ende, ya no recibirán aportes y subsidios estatales.
Según la normativa, los partidos políticos recibirán G. 10.523 por voto recibido en concepto del subsidio del Estado.
