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ASUNCIÓN.- Impulsado por varios factores, sobre todo especulativos, Argentina experimenta una importante cotización al alza del dólar y sus efectos no solo golpea a la economía del país vecino. La repercusión en Paraguay la sentirá el comercio de turismo.
La divisa tuvo un fuerte impulso en el comienzo de la semana y cerró en la mayoría de los bancos a 17 pesos; o incluso levemente por encima en algunas entidades, que hizo elevar el promedio de la muestra que releva el Banco Central de la República Argentina a $17,057 por unidad.
Varios fueron los factores que produjeron esta suba y sus efectos son aún mayores y en lo que respecta a nuestro país se sentirá en el nivel de volumen de compras. Amílcar Ferreira, analista financiero, explicó que “si un argentino tiene pensado comprar un teléfono celular, que cuesta 500 dólares, que al tipo de cambio anterior le salía más barato; pero ya no será así desde esta semana; porque la suba del dólar le aumenta el tipo de cambio y le saldrá más caro”.
Estima que caerá la demanda debido a que este fenómeno cambiario modificará los precios en pesos “y eso se explica porque la mayoría de los trabajadores argentinos tienen ingresos en pesos”.
Esta situación también tiene una ventaja, esta vez impositiva. El analista explicó que “la ventaja tributaria siempre se mantendrá, aunque el tipo de cambio suba siempre será un poco más ventajoso comprar en Paraguay porque los impuestos son más bajos que en Argentina”.
Bajará un tanto la demanda agregada, pero “siempre manteniendo una ventaja comparativa a favor de Paraguay en relación a Argentina”.
Varios factores presionaron para que el tipo de cambio se modifique sustancialmente en Argentina. Destacan situaciones políticas como el adelantamiento de la temporada electoral con el lanzamiento de la candidatura de Cristina Kirchner.
La demanda adicional de dólares que impulsa el precio es explicada por el cambio de visión de muchos inversores que optaron por salir de posiciones en moneda nacional y pasarse a divisas buscando seguridad.
Contracción de la oferta por el lado del complejo cerealero. Las cifras de liquidaciones de granos y subproductos oleaginosos marcan con claridad que se vendió mucho menos que en años pasados, más aún respecto de lo esperado con la confirmación de una gran cosecha.
