Los indígenas siguen deambulando por las calles, con airadas protestas, pero hasta ahora no fueron escuchados por las autoridades de turno. Entre sus principales pedidos figura la tendencia de tierra, para poder vivir y desarrollar actividades propias de las comunidades. Además, exigen la destitución de la presidenta del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), Ana María Allen, por considerar que ella no los representa.
ASUNCIÓN.- Las necesidades de los nativos son múltiples y el peregrinar por la capital del país ya es casi un “ritual” porque nadie les hace caso. En ese sentido, De los Santos López, de la comunidad Tacuara’i de Caaguazú, durante la jornada de protesta frente al INDI, denunció que constantemente son despojados de sus tierras por parte de extranjeros, especialmente los brasiguayos (brasileños nacidos en Paraguay). Afirma que reclaman la situación desde hace tiempo, pero que la actual presidenta del Indi, Ana María Allen no les hace caso.
Asimismo, Yody Rojas, miembro de los grupos ciudadanos Contralores de San Lorenzo y Cabichui Pochy, que acompaña las protestas, dijo que muchos nativos mueren de hambre y son ignorados por el gobierno. “La presidenta debe ser destituida, ella no habla guaraní y se pasa de fiesta en fiesta, mientras los nativos están abandonados”, expresó.
Cabe recordar que estos grupos de nativos desde hace varias semanas protestan en Asunción para exigir que el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, escuche sus quejas y en especial que destituya a la titular del Instituto Paraguayo del Indígena.
Para mantenerse en el cargo Ana María Allen dijo que cuenta con la confianza del mandatario, por lo que no renunciará al cargo. Incluso en una oportunidad había manifestado, que no está de acuerdo con la llegada de varios nativos del departamento de Caaguazú hasta la Plaza de Armas, en Asunción. Lamentó esa decisión, argumentando que dicha medida de protesta no conduce a nada bueno.
El pedido de los indígenas es siempre el mismo: la falta de tierras, de asistencia médica, de vivienda digna, de agua potable, de educación, de caminos de todo tiempo, entre otras necesidades. Dichas falencias reflejan la problemática de todos los indígenas en el país. Sin embargo, lo peor es que nadie les hace caso.