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ASUNCIÓN. Este domingo Mónica Castañe, madre de María Belén Whittingslow, la estudiante que denunció a Cristian Kriskovich por acoso, fue echada de la misa central de Caacupé por llevar un cartel que decía “No es galanteo, es acoso”.
“Fui a la misa central de Caacupé y no me dejaron tener mis carteles, no dejaron estar en primera fila. Mi manifestación era pacífica, exigiendo justicia para María Belén. Los policías nos llevaron al fondo de la iglesia, casi a la calle”, dijo la Castañe en comunicación con la 1020 AM.
Señaló que debe hacerse justicia para todos los casos de abusos denunciados y que no hayan más cortejos y galanteos de un profesor a una alumna. Instó a la ciudadanía y a los padres a que apoyen de forma incondicional el caso de su hija.
La mujer pidió al ministro y presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Jiménez Rolón, que se trate el caso de Cristian Kriskovich y Belén Whittingslow Castañe con celeridad.
“Yo entré a la explanada, donde empieza la misa y me puse en la primera fila y de ahí me empezaron a intimidar una cantidad de policías. Les pedí que no me toquen porque estaba haciendo una manifestación pacífica, expresando mi disconformidad con la justicia”, agregó.
La joven María Belén Whittingslow denunció en su momento a Cristian Kriskovich, en aquel entonces docente de la mujer en la universidad, por un caso de supuesto acoso. La Fiscalía desestimó la causa y calificó el caso como un “galanteo”.
Actualmente la mujer se encuentra refugiada en Uruguay y el integrante del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y el Consejo de la Magistratura, Cristian Kriskovich, demandó a la joven por daño moral y pide 450 mil dólares de resarcimiento.
