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ASUNCIÓN.- La dictadura, con acciones enmarcadas dentro del llamado “Plan Cóndor”, fue considerada como una de las más largas y fuertes en Latinoamérica. Las evidencias de esa vinculación fueron constatadas con el hallazgo del famoso “Archivo del Terror”, el 22 de diciembre de 1992, en la ciudad de Lambaré.
Época como aquella del General Stroessner, no se debe olvidar, aunque produzca dolor e indignación recordarla. Aquel archivo está incluido en el Registro del Programa Memoria del Mundo, como patrimonio intangible de la humanidad, a diferencia de otros archivos similares de América Latina.
La UNESCO, en 1997, lanzó el Programa Memoria del Mundo (PMM), para evitar la amnesia colectiva, promover la preservación y asegurar la amplia difusión de las existencias en archivos y en colecciones bibliotecarias en todo el mundo.
El 30 de julio la misma organización de las Naciones Unidas incorporó 35 documentos a su Registro, en el marco del PMM, entre ellos al denominado “Archivo del Terror”. A nivel internacional, el archivo sirvió como soporte documental a numerosos juicios realizados contra represores argentinos, chilenos y uruguayos por su participación en la desaparición de personas, según informe del Museo de la Justicia, Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos dependiente de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país.
