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Es el Senado el que se ha convertido en la cueva en la cual se han guarecido políticos de diversos partidos políticos que descubrieron que el golpe que derrocó a la dictadura en 1989 se convirtió en un buen negocio, porque a partir de allí pudieron vivir del Estado, ellos y toda su parentela, incluyendo amantes, niñeras, caseros y amigos cercanos.
ASUNCIÓN.- El derrocamiento de la dictadura cambió mucho en el país, especialmente en lo que tiene que ver con los derechos humanos y las libertades públicas. Desde entonces, aun cuando persisten bolsones de autoritarismo en las fuerzas de seguridad, tanto militares como policiales, ya no hubo terrorismo de Estado, por lo menos no de manera permanente y planificada.
También creó nuevos ricos, y la prueba más tangible de esto es el senador colorado Juan Carlos Galaverna. Con el golpe de Estado del 89 logró ubicarse muy bien en el sector contestatario de la ANR y así obtuvo una banca en la Cámara de Diputados de entonces, entrando al Poder Legislativo con la intención de quedarse, y lo logró. Desde entonces, lleva 28 años en el Congreso y por lo visto piensa seguir allí como si hubiera comprado su banca de por vida.
Desde el 93 fue electo integrante de la Cámara de Senadores y después de llevar 5 períodos como legislador, ha vuelto a postularse en un lugar de privilegio para las elecciones de abril del año próximo.
El liberal Julio César “Yoyito” Franco también lleva varios años apoltronado en el Senado de la Nación, aunque muchos menos que su colega Calé. Ingresó al Senado en 1998, aunque al año siguiente fue elegido vicepresidente de la República en el gobierno colorado de Luis Ángel González Macchi. En el 2003 volvió al Senado y allí permanece hasta ahora, aunque parece que él sí piensa pasar a retiro en el próximo período.
Parece que los liberales son los más “longevos” en el Congreso, porque también se encuentran en situación similar a la de Franco, Miguel Abdón Saguier (ingresó al Senado en 1993 y luego de una pequeña interrupción en 1999, cuando fue nombrado por pocos meses ministro de RR.EE., allí permanece hasta ahora y busca el rekutú); Blas Llano (entró como diputado en 1993 hasta el 2008, cuando fue ministro de Justicia y Trabajo del gobierno de Fernando Lugo, y volvió a la Cámara Alta en el 2013) y Luis Alberto Wagner que ingresó como diputado en 1998 –en el 99 fue ministro de Agricultura de González Macchi- y en el 2003 asumió como senador, hasta ahora. También él pretende ser reelecto el año próximo.
Otro que lleva mucho tiempo en el Senado es el oviedista Jorge Oviedo Matto, quien ingresó en el 2003 y allí permanece hasta ahora. Para todos ellos, el golpe de Estado fue, indudablemente, un excelente negocio.
