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Aunque ya está confirmada la alianza entre la ANR, Frente Guasu y el llanismo del PLRA para aprobar la reelección, vía enmienda, hay descontento en colorados y liberales por la actitud absurda que asumió Fernando Lugo, quien hace que su equipo apoye el proyecto mientras él dice públicamente que es inconstitucional. Lo peor es que no tiene reparos en afirmar que, si se aprueba, recurrirá a la enmienda para volver a postularse.
ASUNCIÓN.- Parece que los resultados de la encuesta publicada por el diario Última Hora se le subió a la cabeza al expresidente, quien está convencido de que volverá a ser candidato en las elecciones de abril del 2018, lo permita o no la Constitución Nacional.
No tiene empacho en decir que la enmienda es inconstitucional, pero la utilizará en el caso de que se llegue a aprobar, y, aún más, ironiza con eso de que “todos somos un poco incoherentes” como si el futuro político del país pudiera ser tomado tan a la ligera.
Los oficialistas colorados están molestos por esta actitud de Lugo y muchos lo ven como un aprovechador, puesto que mientras hace campaña en contra de la enmienda, se beneficiará de ella sin ningún problema. También sus mismos seguidores están empezando a cansarse de su ambivalencia, puesto que todos saben que la única forma en que el exobispo pueda volver a postularse a la Presidencia de la República, es a través de la reelección vía enmienda.
Esto pasa también con el llanismo liberal, que justamente busca armar la dupla Lugo-Blas Lanzoni, para lo cual la enmienda es fundamental. En síntesis, nadie será más beneficiado que él en el caso de aprobarse la reelección por esta vía, así que toda la campaña que hace en contra, lo que genera es molestia y disconformidad de sus seguidores, que ya no saben si creerle o seguir apoyando el proyecto, a pesar suyo.
Lugo se siente la Cenicienta de esta historia y de este momento político nacional. Está convencido de que es el salvador de la patria y como en el cuento de hadas, sin importar lo que él haga será el elegido por el príncipe, que en este caso viene a ser el electorado paraguayo. Pero como su delirio no es contagioso, su primer anillo sabe que esto no tiene nada que ver con la fantasía y que esta actitud confusa puede hacerle pagar un costo muy caro al expresidente. Y conste que no se habla de que su voto a favor pudiera ser necesario para que el proyecto de enmienda supere la prueba del Senado. Si eso llegara a ocurrir, el castigo a su incoherencia será mucho más grande.
