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STUTTGART.- Para María Sharapova no ha pasado el tiempo. Ha dado igual que se haya visto obligada a parar 15 meses por una sanción de la ITF como consecuencia del consumo de Meldonium, una sustancia dopante. A pesar de las críticas de sus compañeras de vestuario y algunos silbidos en la presentación, Sharapova se aisló de todo para pasar a octavos de Stuttgart con un tanteo de 7-5 y 6-3, en 1 hora y 43 minutos.
Sharapova, que había disputado su último partido oficial con Serena Williams en el Open de Australia de 2016, ganó 463 días después. En la próxima ronda la espera su compatriota Ekaterina Makarova. Vinci, 36 de la WTA, fue hundiéndose con el paso de los minutos hasta cometer un último error no forzado de revés que desató la euforia en la tenista rusa y su banquillo. Lo celebraron como si se tratara de un título de ‘Grand Slam’.
María acudió al torneo que había ganado en las ediciones de 2012, 2013 y 2014 con 0 puntos y sin ranking. A pesar de ello, en caso de obtener la corona final tendría la opción de entrar en la fase previa de Roland Garros, que aún sopesa la opción de darle una invitación para el cuadro principal.
