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Durante la campaña electoral para la elección del presidente del Partido Colorado, Mario Abdo Benítez y su equipo aprovecharon su mayoría circunstancial en el Senado para intentar poner el palo a la rueda al gobierno, y perdieron. Ahora anuncia a voz en cuello que se postulará a la Presidencia de la República, otra vez con la misma estrategia que le dio tan malos resultados, trabando las acciones del Ejecutivo. No aprende.
ASUNCIÓN.- Con bombos y platillos, Abdo Benítez dijo a sus seguidores de Colorado “Añetete” en Coronel Oviedo que se lanzaría a la Presidencia de la República. Esto no tomó de sorpresa a nadie ya que desde inicios de marzo viene hablando del tema, pero lo que llama la atención es que su primera estrategia de campaña es anunciar que trabará acciones que se inicien en el Ejecutivo, y llama la atención, no porque pensemos que ha superado sus diferencias con el presidente Horacio Cartes, sino porque esta misma estrategia ya le dio pésimos resultados en las internas de junio del año pasado.
El problema de la disidencia colorada es que en lugar de plantear acciones a realizar para solucionar los problemas de los que habla, lo que hace es ocupar su tiempo criticando al gobierno, sin dar alternativas ni mostrar nuevos caminos.
En el 2015 parecía que tendría éxito en esta estrategia porque junto con la Multibancada, la disidencia colorada tenía mayoría en el Senado. Y vaya que intentó trabar los proyectos que llegaban del Ejecutivo, casi todas las veces sin ton ni son, aunque casi nunca tuvo éxito puesto que la Cámara de Diputados pudo frenar todo el descontrol y el perjuicio que esa alianza pegada con chicle podía haberle hecho al país.
En las internas de junio pasado se vio que ni siquiera el pueblo colorado estaba conforme con ese ataque permanente a Cartes, sin plantear propuestas diferentes. Y así, el resultado de las internas fue contundente. Marito perdió, no porque no tuviera a su disposición el aparato estatal, sino porque no pudo mostrarse como alternativa y basó su campaña en un interminable plagueo que no llevaba a nada.
Dicen que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Y Marito está a punto de comprobarlo, ya que, por lo visto, no ha aprendido la lección dejada por las internas y de nuevo está empeñado en llevar adelante una campaña electoral repitiendo los mismos errores que le costaron el triunfo.
Y con un grave problema que no tenía el año pasado; ahora, la disidencia ya es minoría en el Senado, así que será muy difícil que algo de lo que plantee –aunque sea el presidente de la Cámara- tenga los votos suficientes para concretarse.
