Artículos relacionados

ASUNCIÓN. En el cuarto día del novenario a la Virgen de Caacupé, le tocó el turno de oficiar la misa central al obispo del Vicariato Apostólico del Pilcomayo, monseñor Lucio Alfert, quien pidió a los presentes que se ponga en práctica la convivencia entre personas de diferentes culturas, con mucha más tolerancia y menos discriminación.

Se refirió, especialmente, a la situación de los pueblos indígenas, criticando duramente la discriminación que sufren sus habitantes y pidiendo una mayor convivencia armoniosa. Añadió que los indígenas no solo son discriminados por las autoridades, sino también por los ciudadanos que los hacen objeto de burlas y chistes.

Mencionó la situación de abandono en la que viven y el permanente despojo de sus tierras ancestrales. También criticó la postura de los ciudadanos que critican que los indígenas permanezcan en las ciudades, a pesar de que todo el territorio nacional les ha pertenecido históricamente.

Dirigiéndose a los indígenas, les invitó a “no achicarse, ni disimular que son indígenas. Tienen muchos valores que ofrecer a la sociedad; algunos que de hecho ya se han perdido”.

En cuanto a la violencia contra la mujer, manifestó que “no puede ser que cada semana sean matadas una o dos mujeres en los hogares. No se puede aceptar esta situación. La Iglesia está comprometida con la convivencia armoniosa entre gente de diversas culturas. El compromiso social no es un añadido”.