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El médico forense Eduardo Cano confirmó que una niña de 11 años de edad era abusada en forma sistemática por su padre biológico y el patrón de éste, un despachante de Aduanas. Se trata de Alberto G. (33), agricultor, y Alejandro César Doldán (54), quienes fueron imputados por abuso sexual en niños. La fiscal Cinthia Leiva Cardozo solicitó el encierro de ambos, mientras dura la investigación. Los dos sujetos fueron privados de libertad el viernes pasado.
MINGA GUAZÚ, Alto Paraná.- El forense del Ministerio Público dictaminó “desgarro antiguo de himen y flujo blanquecino en cantidad moderada en vagina”, confirmándose que efectivamente existieron abusos.
Refieren los antecedentes del caso, que los hechos ocurrieron en una granja ubicada en el kilómetro 24 Monday, a unos 8 mil metros de la ruta internacional. En ese lugar, residía la nena con sus familiares, mientras su padre trabajaba para Alejandro Doldán.
La denuncia fue radicada por trabajadoras sociales y efectivos policiales actuaron inmediatamente. El 4 de enero pasado, en horas de la tarde, privaron de su libertad al despachante aduanero y su empleado, siendo éste último el progenitor de la víctima.
La menor relató con precisión los detalles de las violaciones a las que era sometida desde hace meses, todo bajo consentimiento de su papá, quien también participaba de los actos sexuales. Dijo ante la Fiscalía, que los agresores compartían constantemente bebidas alcohólicas y luego en horas de la noche, ya entraban en su habitación para consumar el ilícito.
Señaló además, que los hoy imputados se turnaban para abusar de ella, en diferentes ocasiones y que la mantenían callada, bajo amenazas de todo tipo. Sin embargo, el fin de semana pasado, cansada de los sucesivos ataques, decidió contar lo que ocurría en el establecimiento.
Ahora, los implicados permanecen privados de libertad en la Dirección de Policía, a cargo de la Justicia ordinaria.
