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El presidente de Brasil, Michel Temer, amenazado por una denuncia de la Fiscalía por corrupción que es examinada por el Parlamento, afirmó ayer que respetará la decisión del Legislativo, que podría provocar su salida de la presidencia, con un voto en las próximas semanas. El lunes, el relator de la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara Baja dio su parecer favorable a la denuncia y votó por su procesamiento.
BRASILIA.- “La Cámara esta semana -no puedo dejar de decir esto- tiene una decisión muy importante que tomar. Yo respetaré el resultado de la votación, cualquiera sea. No es tiempo de dudas o de miedos, es hora de respuestas rápidas”, mencionó Michel Temer.
Las declaraciones de Temer se dieron después que el diputado instructor en la comisión parlamentaria que analiza la denuncia de la Fiscalía contra él por corrupción se manifestó a favor de abrir la investigación en contra el jefe del Estado. Temer, que vive su peor crisis política desde que llegó al poder en mayo de 2016, volvió a acusar a la Fiscalía General de proponer una acción contra él sin fundamento, en momentos en que “la economía vuelve a los raíles”. “Cuando ultrapasas los límites de la ley inestabilizas al país”, aseveró el mandatario.
La Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara Baja analiza si la denuncia contra Temer, presentada el 26 de junio pasado, es procedente, paso previo para que el caso sea votado por el plenario del parlamento en una sesión crucial que debe celebrarse en las próximas semanas.
El lunes, el diputado Sergio Zveiter, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece Temer, votó en la Comisión a favor de la procedencia de la causa, en un ambiente de crispación entre parlamentarios favorables al Gobierno y a la oposición. Aunque no tiene ningún efecto a corto plazo para Temer, el parecer y el voto del diputado instructor suponen un nuevo revés para el mandatario, que pierde apoyo en su base de forma acelerada, justo en momentos en que más los necesita.
En caso de que el Tribunal Supremo acepte el trámite de la denuncia, Temer sería apartado del poder por 180 días, lo que probablemente provocaría su renuncia, y se realizarían elecciones indirectas, por medio de una votación en la Cámara Baja.
