Nathalia Silvera, la joven de 22 años que fue asesinada.
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Mujer murió asfixiada y no por disparo, confirma la autopsia

La autopsia descarta que la joven Nathalia Silveira (22) haya fallecido a causa de un disparo de arma de fuego, como asegura Ulises Eliseo Núñez Cabrera (28), quien confesó a un medio radial haber materializado el hecho y relató paso a paso como lo hizo. En ese sentido, el médico forense del Ministerio Público, Dr. Pablo Lemir, informó que la mujer murió a consecuencia de un edema pulmonar agudo, asfixia.

ASUNCIÓN.- Ulises Núñez, único y principal sospechoso de haber asesinado a la joven Nathalia Silveira, de 22 años, confesó haber perpetrado el crimen. Explicó que tenían una relación y que la mató tras descubrir que lo traicionaba. “Tenía el arma que compré de Pedro Juan Caballero, siempre me atajé, pero esta vez ya no pude, sostuvo.

Núñez relató: “Ella me escribió porque era mi día libre, pero sabía todo lo que ella hacía”, en referencia a que la mujer se dedicaba a tener varias parejas. Comentó que luego de descubrir que la mujer lo “engañaba”, tomó la drástica determinación de quitarle la vida.

Siguió diciendo: “estábamos saliendo. Después yo le pillé. Ahí dije: a esta la mato. Me venía mintiendo desde hacía muchísimo tiempo. Descubrí que venía saliendo con miles de tipos y yo tenía contactos con esos tipos, pero ellos no tienen nada que ver”.

Explicó que él se encontraba en un grupo de Whatsapp (presumiblemente) el cual lo integraban hombres “que pagan por chicas”. Sostuvo que en principio, Silveira le había propuesto encontrarse para las 5, después me pasó para las 6 y luego para las 7. “En un grupo, uno agarra y dice que estaba con ella. Por eso ella me estaba cambiando la hora”, declaró el supuesto asesino.

ENVÍAN UNA FOTO

Núñez explicó que más adelante uno de los miembros del Whatsapp envía una foto donde la mujer aparece bañándose y se veía su cartera. “Tras descubrirla, seguí con lo mío, en referente a seguir normalmente el objetivo de la cita. No obstante, ya había tomado la determinación de asesinarla. Ya estaba decidido”, apuntó.

Sin embargo, subrayó que al momento del encuentro en el motel con la mujer decidió no quitarle la vida porque temía que llegaran a escucharlo, por lo cual no le iban a dejar salir del local”. “Salimos y ella me llevó de vuelta hasta mi auto. Yo dejé mi auto en una zona oscura justamente porque ya sabía más o menos qué quería hacer. Le dije que no había estacionamiento, en el motel, que por eso dejé ahí mi vehículo y que me venga a buscarme ahí”, relató.

Asimismo,  indicó que le dijo a la mujer que dejó su vehículo en ese sitio porque tenía una sorpresa para ella. “Siempre le daba regalos, sorpresas”, apuntó Núñez.  Recalcó que precisamente entregarle constantemente obsequios y descubrir que lo engañaba fue lo que lo hizo sentirse traicionado. “Eso fue lo que más me dio rabia”, se quejó el hombre.

CONSUMIDO POR LOS CELOS

Siempre, según el relato de Núñez, en el interior del motel, cuando estaban todavía juntos, revisó nuevamente el chat grupal de Whatsapp, donde uno de los integrantes “que pagan por chicas” envió un screenshot de una conversación con Silveira, en la cual se citaban para un encuentro apenas minutos más tarde. “En el screen había un audio y le pregunté (al otro hombre) ‘¿qué te dijo?’, y me respondió que tenía que encontrarse con ella cerca de las 10:00, 10:30 horas”, manifestó.

“Ella vino (al motel) extremadamente sexy, producida. Revisaba constantemente su celular, había sido era porque se tenía que ver otro tipo, cosa que yo ya sabía. Nos bañamos todo y empezó a producirse frente al toilette del motel, se lavó el pelo, se hacía planchita, cosa rara en ella”, añadió. “Esto fue la gota que colmó el vaso. Ahí dije: No, yo a esta la reviento”, dijo.

El supuesto asesino apuntó que, al salir del motel, decidió definitivamente acabar con la vida de Nathalia: “Me acercó a mi auto y le dije que tenía una sorpresa para ella. Estábamos los dos en su auto y le disparé. Le puse a un costado y me rajé con su auto porque varios vecinos salieron a ver qué pasaba”. “Luego de dispararle, el vidrio estaba astillado con una marca de bala, traspasó la ventana. Entonces no podía dejar ahí. Tuve que salir de ahí porque mis huellas iban a estar por todas partes”, agregó Núñez. Comentó  que posteriormente fue a otro motel, siempre al mando del vehículo de la chica que ya estaba muerta, para ducharse “porque estaba temblando”.

“Salgo del motel con su auto y nuevamente me voy hasta la zona donde estaba mi auto. Pero no lo dejo en el mismo lugar, lo dejo en una zona aún más alejada”, relató Núñez.

A BUSCAR EL COMBUSTIBLE

Núñez destacó que descendió del vehículo y fue caminando a buscar combustible de una estación de servicios. “Vuelvo al auto con una botella de combustible llena, yo le acomodé a ella en la parte de atrás. Manejo de vuelta hasta una zona oscura, no tan lejos del centro (de San Lorenzo) y metí el combustible lleno en el auto”, explicó.

“Fue en ese momento en que rocié de combustible el automóvil de la joven, le prendí fuego y me di posteriormente a la fuga. Tras eso, caminé hasta la zona en la que había dejado estacionado mi vehículo, cerca del primer motel que había sido el punto de encuentro inicial. Yo hice solo esto, nadie me ayudó”, manifestó.

Núñez dijo que conocía a la mujer desde hacía dos años, pero que hasta hace poco no sospechaba de las actividades a las que se dedicaba. “Me decía que no había nadie más”, sostuvo.

Admitió que ahora tiene miedo de entregarse a la Justicia y no quiere que su familia lo defienda jurídicamente. “No merezco que gasten por mí, maté a una persona, me voy a pudrir en la cárcel, voy a estar preso sí o sí”, se lamentó.

Núñez confirmó que se encuentra en la Argentina, aunque no detalló en qué punto específico. Existen serías sospechas que estaría en San Isidro, municipio del conurbano bonaerense. Según datos policiales, el hombre compró un boleto de micro con destino a Buenos Aires, el cual abordó pasado el mediodía, pocas horas después del hecho.

El cuerpo de Natalia Lorena Silveira Alonzo fue completamente calcinado dentro del interior de un automóvil de la marca Toyota, modelo Vitz, en la madrugada del miércoles pasado en el barrio San José, de la ciudad de San Lorenzo.

LOS DETALLES FORENSES

Dr. Pablo Lemir, forense del Ministerio Público.
Dr. Pablo Lemir, forense del Ministerio Público.

El forense del Ministerio Público, Dr. Pablo Lemir, explicó que al momento de la autopsia ya no existía la bóveda encefálica, es decir, el fuego dañó el cráneo a tal punto que fue imposible corroborar si efectivamente hubo lesiones por disparo de arma de fuego. En ese sentido, mencionó que un tiro en la cabeza no significa la muerte inmediata, sino depende del lugar donde pudo haber ocurrido y qué destruyó.

“En cambio, un disparo impide que te defiendas y eso justifica la parte que no nos cerraba, que una persona, si estaba consciente, en un habitáculo, por qué no se defiende o por qué no sale. Con ese dato cierra más el caso desde el punto de vista médico”, dijo.

 Sostiene que el edema agudo detectado pudo haber sido causado por una insuficiencia cardíaca provocada por el disparo o por la aspiración de humo caliente. Señaló que en los resultados de la autopsia practicada al cuerpo de la mujer pudo visualizar signos de edema pulmonar, que evidencian que se trató de un deceso por asfixia.

Lemir recalcó que no se puede determinar si la víctima recibió un balazo de arma de fuego debido a la destrucción de la masa encefálica que sufrió a consecuencia del incendio.

Dijo que solo personal de criminalística, a través de una pericia del vehículo, podrá constatar si se registró o no un disparo, tal como afirmó el autor del crimen en su confesión.

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