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ASUNCIÓN.- El nombramiento de las hijas de políticos prominentes del oficialismo en cargos diplomáticos, es una muestra de que, de manera descarada, han vuelto el nepotismo y el tráfico de influencias, según el exdiputado Luis Villamayor, quien lamentó que las lecciones aprendidas en época de Horacio Cartes, estén siendo desaprendidas por el actual gobierno Aseguró que hay un grave retroceso en esta cuestión.
El gobierno sorprendió nuevamente con nombramientos en cargos públicos de personas allegadas a políticos de Colorado Añetete, dejando en evidencia el nepotismo abierto y el tráfico de influencias. Fue nombrada recientemente la hija del senador Juan Afara, Leila Afara, en el Consulado paraguayo en Miami; y a ella se sumó Carolina D’Eclessis, hija del diputado Freddy D’Ecclessis, en el Consulado en Río de Janeiro.
Estos son solo dos ejemplos de los últimos nombramientos, que dejan en evidencia que siguen priorizándose los favores políticos y no la capacidad y la carrera diplomática.
Según el abogado Villamayor, “da la impresión de que algunas lecciones que ya habíamos aprendido están siendo desaprendidas. Es una cuestión que, con sus luces y sus sombras, durante los años de Cartes fue un avance, más allá de todas las críticas que la clase política pueda haber hecho, especialmente la de mi partido”.
“Pero fue un avance, en el sentido de que la función pública se iba independizando de la dirigencia partidaria. El requisito, por lo menos durante los años de Cartes, no era exclusivamente militancia política, lo que, más allá de lo mal que le caiga al político, es una cosa saludable para una democracia; que los que ocupen los cargos sean personas calificadas, que en su función pública puedan ofertar a la ciudadanía mejor retorno”, añadió.
El exlegislador expresó que esto cambió, “porque estamos viendo que ahora hay un retroceso pero mayúsculo, hasta un punto de que me sorprende, el descaro en los últimos nombramientos”.
“Han nombrado personas que, en primer lugar, provienen de familias extremadamente pudientes, Juan Afara, Freddy D’Ecclessis y compañía son gente extremadamente pudiente; y en segundo lugar se nombra a estas personas por sobre otras personas de carreras o de currículum partidario extensos que serían más merecedoras. Para mí es un retroceso mayúsculo”, lamentó.
Reconoció que “parte de esa clase política en general está muy satisfecha con este retroceso. Pero a nivel de ciudadanía es que lamentablemente tenemos que aguantarnos hasta que de alguna u otra manera esta generación política se vaya renovando con gente de mentalidad diferente. Estábamos por buen camino pero, lamentablemente, estamos viendo retrocesos”.
