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El doctor Eduardo González aseguró que no corresponde que el diputado preso, Ulises Quintana, pida permiso porque su detención es un hecho notorio, público y conocido, por lo que no hay nada que analizar y corresponde que se convoque a su suplente, Rocío Abed, porque la Cámara no puede funcionar con menos de los 80 miembros que prevé la Constitución.
ASUNCIÓN.- La diputada por Patria Querida, Rocío Vallejos, exfiscal, sorprendió en una entrevista radial, asegurando que la mesa directiva, que se reunirá hoy, “analizará” el pedido de permiso de Quintana (que, supuestamente será presentado), y que recién después se decidirá si se convoca o no a su suplente.
Uno analiza algo cuando se pueden dar, por lo menos, dos situaciones diferentes. Pero en el caso de Quintana, que tiene prisión preventiva y permanece preso en Viñas Cué, no se sabe qué es lo que se tiene que analizar. ¿Será que la Cámara puede negarle el pedido de permiso? ¿Cómo, si de todos modos está preso y no va a concurrir?
González explicó que ni siquiera es necesario el pedido de permiso, ya que la detención del diputado abdista es “un hecho notorio, público y conocido”.
Añadió que “no hay nada que analizar. Tiene una inhabilidad, porque no puede concurrir a la Cámara. Así que es urgente convocar a la suplente ya que, tal como ocurriera en el Senado, Diputados no puede funcionar con menos de sus miembros porque la cámara estaría incompleta”.
Lamentablemente, en la entrevista que le hicieron, no se le plantearon estas cuestiones a la exfiscal, para que explique cuál es la visión que ella tiene de la situación, por lo que considera que la convocatoria a la suplente pueda ser motivo de análisis o discusión.
La mesa directiva de Diputados se reúne para tratar temas muy candentes. Uno es la conformación de la comisión especial que deberá elaborar un proyecto de Ley que reglamente la pérdida de investidura, que fuera aprobado en la sesión de la semana anterior, como una forma de dilatar la expulsión de Carlos Portillo y otros que están en la picota.
Así que la situación de Quintana no debiera merecer mayor discusión. Simplemente, deben decidir que la suplente se presente en la sesión del miércoles para jurar y ocupar la banca hasta tanto culmine el juicio y haya una sentencia. Si Quintana es declarado inocente, recuperará su banca. De lo contrario, Abed será titular.
NO SON DELITOS, SINO CRÍMENES
El Código Penal Paraguayo hace la diferencia entre delitos, que tienen pena carcelaria menor, y los crímenes, cuya expectativa de pena es mayor a 5 años de cárcel. Así que Quintana está imputado por la comisión de 4 crímenes y 1 delito.
Los crímenes son: tráfico de drogas en calidad de cómplice, enriquecimiento ilícito, asociación criminal y lavado de dinero. El delito es el tráfico de influencias. Salvo este último caso, en los demás la expectativa de prisión tiene un mínimo de 10 años de cárcel, así que no correspondían las medidas alternativas y sí la prisión preventiva.
Según la investigación, Quintana habría recibido apoyo económico del supuesto narco Reinaldo Cabañas en las elecciones pasadas, en las cuales, dicen, también habría aportado a otras campañas, incluida la del presidente de la República, aunque no hay datos de esto y no forma parte del trabajo de la Fiscalía.
Además, se lo imputó por tráfico de drogas, como cómplice, porque, presuntamente, cuando le llamó Cabañas para que libere el dinero que tenía su secretario en el momento en el que una barrera policial lo detuvo, Quintana habría preguntado si era plata limpia o había que maquillarlo, lo que demuestra que no solamente tenía conocimiento de las actividades del “patrón”, sino que habría estado abiertamente involucrado en ellas.
