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Cada vez aumenta más la sospecha de que hay algo detrás de la decisión de contratar una auditoría externa para detectar planilleros en la Cámara de Diputados. Según el liberal Jorge Ávalos Mariño, no va a pasar nada con esto y no se solucionará el problema, que existe y es grave. De todos modos, respalda la contratación porque es mejor que no hacer nada.
ASUNCIÓN.- Lo que manifestó Ávalos Mariño en una entrevista radial es la misma percepción que se tiene sobre la auditoría externa que se resolvió contratar en la última sesión de la cámara. El problema de la sobrepoblación de funcionarios existe, es real y es terriblemente dañino, especialmente por lo que implica en materia de gastos en el Presupuesto General de la Nación. Eso no lo discute nadie.
Sin embargo, desde que se empezó a hablar del tema, desde nuestro diario hemos advertido que pagar una suma millonaria a una auditoría particular, habiendo expertos en el tema que son funcionarios del Estado y que están para eso, era un despilfarro absurdo e injustificado.
El liberal dijo que no se siente optimista sobre los resultados que arrojará la auditoría, lo que significa que el gasto será inútil. Sin embargo, dijo que aprobó la contratación porque “entre no hacer nada o hacer algo, nosotros acompañamos. Hay disponibilidad de recursos”.
Esto es absurdo, puesto que la cuestión no es solamente “hacer algo para no hacer nada”, sino hacer lo que arrojará resultados concretos. Si se quiere saber la situación de los numerosos funcionarios de la cámara, quiénes trabajan, qué hacen y quiénes cobran sin trabajar, tienen que buscar la forma de conseguir los datos para, a partir de ellos, establecer la solución. Si se sabe que algo no va a funcionar, no se puede hacer igual, para que no se diga que no hacen nada.
Además, la solución es clara. No es que no hay nada que hacer. Hay auditores especialistas contratados por el Estado, que reciben un sueldo del tesoro y que están allí para hacer exactamente eso que al hacerlo la auditoría externa, a la que habrá que pagar 280 millones de guaraníes, “no servirá de nada”.
Otro absurdo es decir que “hay recursos” para contratar a los auditores. En un país con miles de necesidades perentorias, nunca hay recursos suficientes para paliarlos, ni siquiera en alguna parte. Así que si a la Cámara de Diputados le sobran recursos, debería ver cómo administrarlos y en qué utilizarlos de manera efectiva, y no hacer vito con ellos.
