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Las revelaciones a la Justicia de uno de los máximos empresarios de Brasil amenazan ahora al presidente en ejercicio, Michel Temer. Según publicaciones de la revista Veja, el detenido Marcelo Odebrecht, exdirector del conglomerado que lleva el nombre de su familia, habría afirmado que Temer y su ahora jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, se beneficiaron de los sobornos que la compañía pagaba dentro del esquema de corrupción en Petrobras.
RIO DE JANEIRO.- Odebrecht, preso desde junio del año pasado, negocia con los fiscales que llevan las investigaciones del escándalo del petrolão un acuerdo de delación premiada para dar más detalles sobre la extensión de la red de coimas, a cambio de una eventual reducción en su condena.
De acuerdo a la edición de Veja publicada ayer, el hombre de negocios contó a la Justicia que en mayo de 2014 Temer, por entonces vicepresidente de Dilma Rousseff , lo convocó a una reunión en el Palacio de Jaburu en la que también estaba presente Padilha, y le sugirió el pago de un “apoyo financiero” a la campaña del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) -agrupación que presidía- para las elecciones generales de octubre de aquel año.
Odebrecht habría aceptado hacer una “contribución” de 10 millones de reales (cerca de 3,1 millones de dólares), dinero que habría sido depositado en la “caja oculta” del PMDB entre agosto y septiembre de 2014. Seis millones de reales (1,26 millones de dólares) habrían sido destinados a la campaña de Paulo Skaf, presidente de la poderosa Federación de Industria del Estado de San Pablo (Fiesp) y entonces candidato a la gobernación de San Pablo, mientras que, siempre según las revelaciones de Veja, el resto habría ido a parar a manos de Padilha, que en ese momento era diputado, pero no competía por ningún cargo nuevo.
La fórmula Rousseff-Temer ganó la reelección en octubre de 2014, pero pocos meses después el gobierno entró en una aguda crisis política, que desembocó en el proceso de juicio político a Dilma por manipulación de las cuentas públicas.
Dilma fue suspendida de sus funciones el 12 de mayo pasado y Temer, en medio de acusaciones de “golpista” y “traidor”, asumió el poder de manera interina. El Senado deberá votar a fin de mes si decide destituir efectivamente a Dilma, en cuyo caso Temer quedaría como presidente por el resto del mandato, que termina el 31 de diciembre de 2018.
A través de un comunicado, el vocero de Temer reconoció que “el presidente se reunió con Marcelo Odebrecht en 2014 cuando trataron sobre el auxilio financiero a las campañas del PMDB, conforme a lo que era permitido por la legislación en vigor” entonces. “Todas las contribuciones de Odebrecht fueron posteriormente declaradas al Tribunal Superior Electoral (TSE). No hubo nada más allá de eso”, afirmó.
El miércoles pasado, Odebrecht declaró durante casi diez horas ante cuatro fiscales de la Operación Lava Jato.
