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Representantes de 3 partidos de oposición, que no tienen chance de lograr una banca en alguna de las cámaras del Congreso, denunciaron ante la OEA al Tribunal Superior de Justicia Electoral por “falta de transparencia”, pretendiendo enturbiar el proceso y a una institución que es reconocida internacionalmente por su impecable manejo las elecciones nacionales.
ASUNCIÓN.- El argumento de Mario Paz Castaing, candidato al Parlasur por Patria Querida; Carlos Arregui, a diputado capital por el PDP y Toni Apuril, al Senado por Hagamos, es que, al rechazar la utilización del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) para los cargos pluripersonales, el TSJE está armando una especie de esquema para el fraude en las elecciones del 22 de abril.
El TSJE explicó que, luego de la experiencia del 2013, cuando el resultado final del juzgamiento de las actas de los votos para la Cámara de Diputados demostró que los datos adelantados por el TREP habían estado equivocados, el organismo prefiere no volver a exponerse a una situación similar, por lo que ahora decidió centrarse exclusivamente en los cargos unipersonales, Presidencia de la República y gobernaciones. Además, pesó en la decisión del tribunal el agravante de la cantidad de listas que se postulan para las cámaras y el Parlasur, provenientes de todo el país y que son muchas más que en elecciones anteriores.
Una explicación tan clara es imposible que no fuera entendida por todo el mundo, a no ser que sea alguien que quiere un cargo, sabe que no lo va a conseguir y pretende embarrar la cancha para desacreditar a los responsables. Ni Paz Castaing, ni Arregui ni Apuril tienen posibilidad de ingresar al Parlamento a través de las urnas, así que intentan hacerlo por la ventana, desacreditando de antemano los resultados de las elecciones porque “ellos luego ya anunciaron que iba a haber fraude”.
Habrá que ver si la representación local de la OEA se toma algún segundo de tiempo para analizar la denuncia, puesto que los observadores del organismo internacional son los primeros en reconocer públicamente que la Justicia Electoral paraguaya goza de toda la credibilidad pues su trabajo en materia de organización y juzgamiento de las elecciones, tanto generales como municipales, ha sido siempre impecable.
Cuando, en el 2008, los resultados finales de la elección de diputados no coincidieron con lo que había anunciado el TREP, fueron los mismos opositores los que gritaron que se cometió fraude. Aunque ahora digan que no harán lo mismo porque saben que el sistema da solo resultados preliminares, nadie les cree. Ellos denuncian fraude en 2 ocasiones, cuando llueve… y cuando no llueve.
