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Juan Carlos Osorio debería llegar hoy a nuestro país para hacerse cargo inmediatamente de la
Selección Paraguaya, según el contrato suscrito con la APF. Su sueldo comenzó a correr desde este mes de setiembre. Pero desde Colombia surgen dudas acerca de la firmeza del acuerdo suscrito con la matriz de nuestro fútbol, lo que nos induce a pensar que Osorio juega a dos puntas. Un juego peligroso que podría cortar definitivamente su carrera.
ASUNCIÓN.- Si nos basamos en este artículo es porque damos crédito a un periódico serio. Y nos da la impresión, ahora más que nunca, que a Juan Carlos Osorio lo que le interesa es dirigir en su país más que cualquier otra cosa. Y si hizo la jugada de firmar con la APF un pre acuerdo y luego un contrato con piolita, es porque sigue firme en su deseo de quedarse en Colombia.
PROBLEMAS FAMILIARES
Desde México se reporta que durante todo el tiempo en que Osorio permaneció en ese país, se mantuvo alejado de su familia. Y al parecer se tiró unas canitas al aire con una señorita mexicana. La noticia llegó a oídos de la “patrona”, que puso condiciones al próximo trabajo de su marido.
La primera opción era trabajar en Colombia y vivir con la familia. La segunda, regresar a Estados Unidos donde tuvieron muy buena experiencia familiar. La tercera: México nunca más. Y la cuarta, otro destino pero con la familia completa detrás.
LE SEDUCE COLOMBIA
De todo esto, se deduce que a la familia de Osorio le gustaría más que nada quedarse en Colombia, por eso el DT se aferra a la posibilidad de ser nombrado entrenador de su selección, sin importar mucho cuánto cuesta deshacer el compromiso con la APF. Total, se puede decir que hoy por hoy, Osorio ya ganó muy buen dinero en sus anteriores ocupaciones, a pesar de las francachelas que pudo haber tenido. Por tanto, la Selección Paraguaya sigue siendo el furgón de cola de su proyecto futuro.
LOS CANDIDATOS
El colega, después de desgranar lo que debería ser el perfil del nuevo DT colombiano, nos habla de los candidatos y allí salta la liebre, la información que da pie al título y argumentos de este comentario. Su informe concluye con una nómina de candidatos entre quienes se cuenta Juan Carlos Osorio. Es el último nombre de una que encabezaba Zlatko Dalic, el entrenador de Croacia, actual subcampeón del mundo, pero renovó con su país y ya lo dirigió recientemente contra Portugal.
Viene luego Carlos Queiroz quien tiene pendiente renovar su contrato con la Selección de Irán y que no se concretó porque falta regularizar algunos pagos. Luego figura el holandés Guus Hiddink, pero todo indica que ya firmó con la selección olímpica China.
Y queda, por fin, “nuestro” Juan Carlos Osorio. De él dice Romero:
“Es el nuevo DT de Paraguay, pero el viernes admitió contactos con la Federación Colombiana, y dijo que existe una cláusula para rescindir con Paraguay si se diera el caso. Se mostró indignado con el presidente, Ramón Jesurún, por negar que había un plan B por si se iba Pékerman”. Y lógicamente el plan B se llama, al parecer, Juan Carlos Osorio.
El colombiano debería llegar esta medianoche a nuestro país. Una vez aquí habrá que descifrar definitivamente a qué juega. La Albirroja merece respeto, y no va a ser Juan Carlos Osorio ni ningún otro el que le falte al respeto a nuestra Selección Nacional.
