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ASUNCIÓN. Sin siquiera tener en cuenta la capacitación de los docentes, la mínima infraestructura de escuelas y colegios dan el convencimiento de que la educación en Paraguay está en una situación desastrosa. Y eso se nota, fundamentalmente, en cada inicio del año escolar, como hoy, cuando miles de niños y adolescentes tuvieron que asistir a sus centros educativos, algunos sin los elementos mínimos necesarios, y otros con riesgo de derrumbe.

Pero no es novedad que el ministro Eduardo Petta vive en una nube y desde allí pinta un escenario muy ajeno a la realidad. Por ejemplo hoy, en pleno inicio de clases, cuando la precaria realidad golpea con mucha más fuerza, él decidió presumir en los medios de comunicación de la “gran” inversión realizada para la instalación de modernos laboratorios informáticos.

Nadie está en contra de los avances, pero de 1.500.000 estudiantes que asisten a colegios y escuelas públicas, los laboratorios informáticos llegarán a aproximadamente 8.000 en todo el país, según el mismo Petta. Lo que no dijo –y tampoco se le preguntó- es si, así como se consiguieron rubros para esto, no pudieron hacer lo mismo para mejorar la infraestructura de colegios y escuelas del Estado que se encuentran en ruinas.