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ASUNCIÓN.- A menos de un mes de la asunción del nuevo gobierno, en todas las dependencias públicas están instalados los equipos de transición, aunque la información que se tiene de su trabajo es bastante escasa. El último en instalarse fue el del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones. Una de las designaciones más importantes que faltan es la de quien estará al frente del Ministerio de Educación y Ciencias.
La crisis política que enfrenta a cartistas y abdistas en las cámaras del Congreso parece no haber afectado demasiado a los equipos de transición que trabajan en las diferentes dependencias del Estado, aunque ya se ha dejado entrever que hay malestar en el equipo del presidente saliente, porque considera que el del entrante se toma atribuciones que no le competen en este estadio; sin embargo, hasta ahora la sangre no llega al río.
El último equipo de transición en instalarse fue el del MOPC, encabezado por el futuro ministro, el pastor Arnoldo Wiens, quien reemplazará al ingeniero Ramón Jiménez Gaona, quien está al frente de la cartera hasta el 15 de agosto próximo.
Además, el presidente electo designó a Nicanor Duarte Frutos y Luis Fretes al frente del equipo de transición para la Entidad Binacional Yacyretá, y para Itaipú a José Alberto Alderete y Mónica Pérez.
En donde no se está trabajando para la transición es en el MEC, puesto que, hasta ahora, Abdo Benítez no ha encontrado un candidato que goce de la aprobación de los sindicalistas y demás sectores relativos a la educación.
Para colmo, una de las organizaciones con las que más pareciera dispuesto a trabajar el presidente electo, Juntos por la Educación, fue vetada por los sindicatos, cuyos representantes dijeron que no están dispuestos a trabajar con sus representantes.
Ni siquiera se tienen varios candidatos; solamente se habla de la actual ministra de Hacienda, Lea Giménez, y a la educadora Nancy Ovelar, hermana de Blanca, senadora integrante de Añetete.
Otro ministerio que aún no tiene titular es el de Industria y Comercio, aunque aquí parece no haber demasiados conflictos puesto que solo se busca alguien con el perfil adecuado y no se pretende lograr consenso con grupos antagónicos, como ocurre con el MEC.
