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La resolución de la Corte Suprema de Justicia con la cual se busca blanquear un negociado de G. 1.100 millones del exministro del Interior, Rafael Filizzola, salió luego de que el exsecretario de Estado se haya reunido con el ministro Oscar Bajac, uno de los que firma la disposición. El encuentro fue para que Nathalia Fretes Mercado, esposa del exconcejal de Ciudad del Este, el liberal Atilio Alegre, jure como abogada. Además de los favores políticos que hace la esposa del procesado, la senadora Desirée Masi (PDP), a los cuestionados miembros de la máxima instancia judicial, la masonería habría jugado un rol importante y determinante para que exista impunidad en el caso.
ASUNCIÓN.-El pasado 26 de julio, el exministro del Interior Rafael Filizzola estuvo en el despacho del ministro Oscar Bajac, donde participó en la ceremonia exclusiva de juramento como abogada de Nathalia Fretes Mercado, esposa de su ahijado político, el exconcejal de Ciudad del Este, Atilio Alegre (PLRA), quien estuvo salpicado en varias denuncias por sobrefacturar en el alquiler de vehículos y otros negociados en la Itaipú Binacional.
Coincidentemente, ese mismo día en que Filizzola estuvo en la oficina de Bajac, también salió la resolución de la Sala Constitucional que lo favorece en una de las imputaciones que lo señalan de haber generado un daño patrimonial de G. 1.100 millones por haber desembolsado dinero público para la construcción de comisarías que nunca se hicieron.
Además, de acompañar a la esposa de Alegre, Filizzola presionó para que la Sala Constitucional se pronuncie a su favor. El arma del exministro del Interior es la capacidad que tiene su esposa de operar en la Cámara de Senadores.
La resolución, sin precedentes, de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia para favorecer a Filizzola fue interpretada por profesionales del derecho y políticos como un cambio de favores.
Pero no solamente la influencia de la mencionada legisladora jugó a favor del exsecretario de Estado. La masonería tuvo un rol determinante para que Filizzola consiga la impunidad, de acuerdo a los datos.
Todos los mencionados en este caso y en la reunión son masones, de acuerdo a las informaciones.
Dos de los ministros de Corte que integraron la Sala Constitucional (Oscar Bajac y César Garay Zuccolillo) están a las resultas de un juicio político que lleva casi dos años trabado en la Cámara de Senadores y donde una de las principales “operadoras” para trancar el enjuiciamiento es la senadora Desirée Masi, esposa del exministro.
La excusa que utiliza la senadora del Partido Democrático Progresista para convencer a sus aliados políticos a liquidar el juicio político a los ministros, es que existen otros altos magistrados que también deberían estar en la lista para ser sometidos al juicio político. Con este argumento vienen evitando el tratamiento en Cámara Alta, además del gastado discurso de que no quieren una Corte a la medida del presidente de turno.
Mientras tanto, los senadores que se oponen a tratar el juicio político son los que hoy tienen a su merced a los enjuiciados y logran obtener resoluciones favorables, como es el caso Filizzola, quien obtuvo una “ayuda” de la Corte para que una de sus dos imputaciones quede paralizada hasta que se defina una acción de inconstitucionalidad.
