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ASUNCIÓN.- Camilo Soares decidió, por fin, dejar el equipo político de Mario Ferreiro, y son muchas las personas que aplauden. El conflictivo líder del P-Mas es más resistido que querido, y fue la causa de que varios sectores se alejen del intendente de Asunción. Varios analistas coincidieron en que esta es una resta muy positiva para el excomunicador, a quien los sondeos de opinión lo ubican en los primeros lugares en la preferencia ciudadana.
Hay gente cuyo apoyo perjudica y esto es lo que hace tiempo ocurre con Camilo Soares, metido en el entorno político del intendente de Asunción, resistido por un gran sector de la ciudadanía, no solamente por sus antecedentes sino por su petulancia y soberbia, lo que ha generado más de un disgusto al mismo Ferreiro.
Soares hasta podría ser calificado como un enterrador de candidaturas, puesto que generalmente perjudica a quien cuenta con su apoyo. Primero estuvo con Fernando Lugo, y lo abandonó indignado por no haber obtenido los espacios que, según él, se merecía.
Ferreiro también se empecinó en tenerlo de su lado, aunque pronto aprendió que era mejor conservarlo en silencio, aunque antes de llegar a esta conclusión tuvo que resignarse a perder el apoyo de varios sectores que no soportaban al dirigente del P-Mas. Lo cierto es que en la última parte de su campaña para la Municipalidad de Asunción, el ahora intendente obligó a Soares a mantener un perfil bajo, y eligió a Karina Rodríguez como la representante más visible de la izquierda.
Después de más de un año de toda la campaña y el triunfo en Asunción, por fin se le cayó la ficha a Camilo y se dio cuenta de que era permanentemente dejado de lado. Ahora descubrió que “Mario Ferreiro me despreció”, algo que para casi nadie es nuevo, pero posiblemente se haya profundizado ahora que el intendente aparece como uno de los favoritos a la Presidencia de la República.
Como cualquier pichado, al salir tiroteó contra todos, hasta contra Lugo y Carlos Filizzola por cuestiones que ocurrieron en el pasado. En cuanto a su problema actual con el intendente, dijo que “llegamos a acuerdos políticos muy auspiciosos que iban a marcar una hoja de ruta muy clara y Mario Ferreiro me despreció porque tenía que resolverlo con Adolfo Ferreiro. Adolfo Ferreiro estaba de vacaciones y en dos meses nunca me respondió el teléfono”.
Mucha es la gente del entorno cercado a Ferreiro que en este momento respira aliviada. Hasta podríamos aventurarnos a decir que el mismo intendente se siente así.
