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El real en alza es un importante estímulo para los compradores brasileños, quienes llegaron de manera masiva a Ciudad del Este, ayer, para adquirir diversos tipos de productos. Los comerciantes reportaron una importante cantidad de ventas, pero aún esperan que las cosas mejoren para finales de este año. Por varios meses, el descenso del real afectó de forma severa las actividades comerciales en la capital del Alto Paraná.
CIUDAD DEL ESTE.- Los locales comerciales y calles céntricas estuvieron copadas por compradores brasileños en la víspera. La moneda brasileña alcanzó los G. 1.600 en la venta, y la tendencia es que vaya subiendo, lo que es fundamental para la economía esteña. Al acortarse la diferencia del valor del real con el dólar, favorece a que los turistas del vecino país crucen el puente de la Amistad para hacer compras.
El presidente de Centro de Importadores y Comerciantes de Ciudad del Este, Charif Hammoud, manifestó que se espera que todo vaya mejorando con la llegada de fin de año. Aseguró que las ventas son buenas, pero que se aguarda el incremento se aún mayor, sobre todo en el último mes del año, que es uno de los más beneficiosos para el comercio.
En tanto, los artículos navideños ya tienen una gran demanda, por lo que los comercios ya están ofertando los decorativos y productos tradicionales para la decoración del hogar, regalos, chocolates, entre otros.
Por su parte, Ángel Cabrera, trabajador de la vía pública, informó que desde el viernes de la semana pasada se incrementaron las ventas.
“Estamos vendiendo bien, pero esperamos que las cosas mejoren, porque nuestra expectativa es mayor”, expresó Cabrera.
Los comerciantes creen que luego de que se defina quién será el próximo presidente del Brasil, el real adquirirá un mejor valor. Consideran que la inestabilidad política ocasiona que las inversiones disminuyan, lo que provoca la caja de la moneda.
Hace algunas semanas, el real sufrió un gran descenso, lo que provocó que el centro permanezca desértico y generó preocupación en empresarios y trabajadores que se ganan la vida en el microcentro.
