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El objetivo es fusionar SICOM, SETICs, COPACO Y CONATEL, y que la nueva Secretaría de Estado, a cargo de Alejandro Peralta Vierci, responda a los intereses de su tío, “Don Antonio”, de quien es brazo derecho. Si la normativa se aprobara, el poderoso empresario sería “amo y señor” de las telecomunicaciones en el Paraguay; de él dependerían las compañías telefónicas, así como los canales de TV y las radios, lo que además de ser monopólico, constituye un grosero atentado a la libertad de prensa. El proyecto tuvo entrada de manera sigilosa en la Cámara de Diputados y fue presentado por legisladores de 3 bancadas, amigas de Vierci.
ASUNCIÓN.- El futuro superministro, a quien ya están llamando el “zar de las comunicaciones”, estuvo en el Grupo Vierci durante 28 años; esto, sumado a que el dueño del conglomerado es su tío, hacen concluir fácilmente que los lazos siguen firmes y que, si se le dota de poderes tan absolutos, la intención es que estos alcancen al tío y sus empresas.
La intención de este proyecto es unificar la Secretaría de Comunicación (Sicom) y la Secretaría de Tecnologías de la Información y Comunicación (Senatics) en un solo ministerio que estaría a cargo de Peralta Vierci, cuyo nombramiento como ministro de la Sicom ya era preocupante por el acceso que tendría el grupo del tío Antonio, pero ahora, con la superestructura que se pondrá en sus manos, la sensación del peligro que corre la libertad de prensa es mucho mayor.
Ambas secretarías se convertirán en viceministerios, los cuales, a su vez, tendrían 4 direcciones cada uno. Pero el Ministerio de Comunicaciones y Tecnologías de la Información (Miotic), además, tendrá a su cargo el control de la Conatel y Copaco, y manejará los procesos de licitaciones de las telefonías y las frecuencias de radio.
Justamente Conatel había decidido investigar a Vierci y su grupo por sospechas de que había violado la ley al haberse adueñado del Canal 2 de Televisión sin la intervención de la entidad del Estado que es, justamente, la encargada de precautelar los intereses del Estado en el ámbito de las Telecomunicaciones.
Hasta este momento, el poder de AJ provenía del dinero nomás, pero con este plan pasará a tener la llave de las comunicaciones y las tecnologías del Estado, lo que le dará un poder inmenso e incontrolable. Por si fuera poco, producirá un golpe durísimo a la libertad de prensa y a la de competencia, generando un grave retroceso en un país en el que nos costó mucho aceptar el desafío de respetar el derecho de todos a expresarnos y competir libremente.
