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BRUSELAS.- Hasta los suyos desmienten al ex presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, quien desde su refugio en Bruselas abrió este domingo la puerta a una insólita propuesta para que los catalanes “voten si quieren seguir o no” dentro de la Unión Europea (UE).
Puigdemont, que hasta hace sólo quince días se apoyaba justamente en la UE, erróneamente convencido de que le abriría las puertas a una Cataluña independizada de España por la vía unilateral (DUI), cargó ayer contra ella, al calificarla como “un club de países decadentes y obsolescentes”.
Desde Bruselas, donde se asienta el gobierno del bloque europeo y a donde huyó para escapar a la justicia española, Puigdemont cuestionó también la forma de gobierno del bloque continental.
“Aquí mandan unos pocos que, además, están muy ligados a intereses económicos muy discutibles”, dijo, sin ahorrarse críticas.
En declaraciones a la televisión israelí, el ex presidente que llegó al gobierno por decisión de su predecesor, el renunciado Artur Más, y que promovió la ruptura con España, deslizó así la posibilidad de una “Cataexit”, un término emanado del “Brexit”, que se usa para definir la salida de Gran Bretaña de la UE.
El “Cataexit” es una cuestión que, en todo caso, “tienen que decidir los catalanes y, también los europeos. Para ver si quieren seguir perteneciendo a una Unión Europea tan insensible al atropello de los derechos humanos y democráticos de una parte de su territorio”, sostuvo, en el ataque más duro contra la institución con la que coqueteó sin éxito.
