WASHINGTON.- La investigación fue conducida por el profesor de ciencia biológica Gregory Erickson y un equipo de investigadores que analizó “la complicada biología de estas criaturas prehistóricas”.
Erickson analizó dientes de “embriones fosilizados” de dos especies de dinosaurios y comprobó que las crías de estas especies pasaban mucho más tiempo dentro del cascarón de lo que se creía: de tres a seis meses, nada menos. Y ese descubrimiento lleva al investigador a hacer una afirmación mayor: “Esta característica pudo influir en la desaparición de unos animales que una vez dominaron el mundo”.
Nueva teoría
Durante largo tiempo, se creyó que “la incubación de dinosaurios era similar a la de las aves”, es decir entre 11 y 85 días. Pero como los huevos de los dinosaurios “eran tan grandes -algunos de 4 kilogramos- los científicos creían que debían haber experimentado una rápida incubación”.
Para Erickson “la incubación prolongada pone a los huevos y a sus padres en riesgo de los predadores, el hambre y otros factores de riesgo ambientales”. Y como los dinosaurios, animales de sangre caliente, “tuvieron tiempos de incubación lentos, habrían estado en clara desventaja en comparación con otros animales que sobrevivieron al evento de extinción”.