Las pocas autoridades presentes en la misa central de Caacupé.
Inicio / Nacionales / Ricardo Valenzuela: “Seguimos siendo un país vergonzosamente desigual”

Ricardo Valenzuela: “Seguimos siendo un país vergonzosamente desigual”

CAACUPÉ. Monseñor Ricardo Valenzuela leyó una carta al finalizar la misa central, dirigida a las autoridades del Gobierno, pidiendo mayor patriotismo para la renegociación del Tratado de Itaipú y lamentó la desigualdad social en el país por la falta de oportunidad.

“Seguimos siendo un país vergonzosamente desigual. Dicen las estadísticas que disminuyó un poco la cantidad de pobres, medidos a partir del ingreso, pero seguimos con más de un millón ochocientos mil pobres entre nosotros; mientras poquísimas personas acumulan riquezas que ni siquiera están en condiciones de manejar y controlar y menos aún de convertirlas en inversiones para generar fuentes genuinas de trabajo para los miles de desocupados”, dijo monseñor.

Sostuvo que los profetas de las Sagradas Escrituras y los profetas de hoy no están en contra de la riqueza y de la generación de bienes que procuran una vida digna. Tampoco a favor de la “lucha de clases”, sino en contra de la indolencia, de la indiferencia del que tiene más respecto a su hermano indigente.

Indicó que los que tienen la capacidad de amasar inmensas fortunas están llamados a ocuparse del que no tiene nada o puede menos a través de inversiones y creación de puestos de trabajo para que todos puedan vivir con la dignidad de los hijos de Dios.

“Hay gran cantidad de jóvenes sin trabajo, chicas y muchachos capacitados profesionalmente o formados idóneamente para cumplir alguna tarea en la producción, la industria o el servicio, pero no consiguen un trabajo digno, razón por la cual se inclinan por emigrar al extranjero o entrar a engrosar la fácil planilla política del Estado, obligados a vender su conciencia por una insignificante paga y a hipotecar su prestigio y su talento”, agregó.

Mencionó que es necesario crear más fuentes de trabajo, no para especular con el lucro fácil para que la economía crezca y sea garante de la prosperidad de personas y familias enteras que nunca recibieron los beneficios del trabajo digno. Ciertamente, ya no convence el dicho de que el paraguayo no trabaja por haragán; pero, da pena ver las interminables filas de compatriotas que buscan trabajo en los pocos llamados que se hacen para el efecto”, insistió.

Durante la homilía de la misa central, monseñor Ricardo Valenzuela cuestionó la falta de honestidad de las autoridades del Gobierno y pidió un saneamiento de la justicia para construir el Paraguay soñado y anhelado.

Commentarios

comentarios

Mira también

Jubilados exigen mantener el haber mínimo en un 75%

ASUNCIÓN. La Unión Nacional de Jubilados del Paraguay (UNJP) presentó una solicitud al Consejo de …