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BOGOTÁ.- A un año de la firma de un acuerdo de paz que dividió a los colombianos, tanto el presidente, Juan Manuel Santos, como el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño (alias “Timochenko”), trataron de inyectar optimismo al proceso de pacificación.
“Lo que los colombianos tienen que hacer es reconciliarse, sanar heridas y mirar hacia adelante. Dejar atrás esa sed de venganza, esos odios, esos sentimientos tan negativos que una guerra produce”, expresó Santos.
“Somos socios de una misma empresa: la paz de Colombia. Y esa paz tiene dificultades en este momento y entonces los socios deben sentarse y encontrar salidas para no dejar fracasar el proyecto”, afirmó, por su parte, Timochenko.
Ambos hablaron en un acto para conmemorar el primer aniversario de la firma del acuerdo con el que se puso fin a un conflicto armado que en más de medio siglo dejó 220.000 muertos y millones de desplazados.
Las FARC, que dejaron las armas y conformaron el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, critican algunos cambios a lo firmado, luego de fallos judiciales y modificaciones en el Congreso, especialmente en una ley que crea un tribunal para juzgar a los jefes rebeldes por crímenes de guerra.
Pero el acuerdo tampoco tiene respaldo entre muchos colombianos, que se oponen a los diez escaños en el Congreso garantizados a las FARC hasta 2026 y que quieren ver a los rebeldes en cárceles cumpliendo condenas, en lugar de completar sentencias alternativas, como la remoción de minas terrestres.
