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Por mayoría, la Cámara de Senadores aprobó un proyecto que modifica 3 artículos del reglamento interno, en una sesión que tuvo que realizarse en la oficina de bancada del Frente Guasu, ante la resistencia de una minoría apertrechada en la sala de sesiones. Con esto se inició oficialmente el proceso para el tratamiento y aprobación de reelección vía enmienda. Será la ciudadanía la que decida si acepta o no el segundo mandato presidencial. Durante toda la jornada de ayer algunos legisladores por todos los medios trataron de generar violencia en la sede del Parlamento sin éxito. En todo momento argumentaban que se trataba de un atropello a la democracia, olvidando que en ella manda la mayoría.
ASUNCIÓN.- Con la modificación al reglamento interno del Senado, ya está allanado el camino para la presentación del proyecto de enmienda. A pesar de la insistencia de una minoría que pretendió impedir la sesión extra y prorrogarla hasta mañana, finalmente la mayoría pudo sesionar, aunque no en la sala de sesiones, y se cumplió con todos los pasos necesarios para que la Resolución pudiera ser aprobada y el reglamento modificado.
A partir de ahora, se aguarda que la mesa de negociaciones entre oficialistas colorados, luguistas y llanistas liberales culmine los últimos ajustes del proyecto de enmienda para que pudiera ser tratado en la cámara.
Lo importante de las modificaciones que se realizaron ayer es que a la hora de presentación del proyecto, algún senador podrá pedir su tratamiento sobre tablas, evitando que sea girado a comisiones. El reglamento disponía que para proyectos importantes, se necesitara una mayoría de 2 tercios para que el tema no necesite dictamen de comisión y pueda ser tratado directamente en la cámara. Ahora, bastará mayoría simple para hacerlo.
Esto tiene una explicación bien sencilla y es fruto de los abusos de poder que han protagonizado disidentes y opositores al apoderarse de las presidencias y mesas directivas de todas las comisiones asesoras del Senado. Así que si el proyecto de enmienda no podía ser tratado sobre tablas y era girado a la comisión de Asuntos Constitucionales, presidida por Adolfo Ferreiro, la definición del tema hubiera sido postergada hasta que venzan todos los plazos y la reelección no pudiera ser establecida para las elecciones de abril.
Una vez que el proyecto tenga entrada y sea aprobado sobre tablas por un mínimo de 23 senadores, el proyecto pasará a la Cámara de Diputados, en donde fácilmente se conseguirán los 41 votos necesarios. De esa manera, la enmienda vencerá la primera prueba, la del Congreso y pasará al Tribunal Superior de Justicia Electoral, que solamente necesitará 2 meses (según el experto Carlos María Ljubetic) para convocar y organizar un referéndum, en el que 4 millones de paraguayos (y no 23 senadores) decidirán si aceptan o no la reelección del presidente de la República.
Se inició el proceso, y sin ninguno de los graves golpes anunciados por disidentes y opositores. No hay ni siquiera Senado paralelo, puesto que lo único que se hizo fue aceptar lo que la mayoría dispuso. Las autoridades de la cámara son las mismas y así seguirán hasta fines de junio, cuando se renovará la mesa directiva.
HABLAN DE GOLPE Y LOS GOLPISTAS SON ELLOS
En cualquier sistema democrático la que toma las decisiones es la mayoría. Nuestro sistema legislativo, que es colegiado funciona de esa manera, en cada caso se impone el criterio de la mayoría, sea esta simple o absoluta, de acuerdo a las indicaciones constitucionales. Otra cosa que hay que tener en cuenta que el presidente y los vicepresidentes de cada cámara no tienen un rango diferente al del resto, sino que son pares inter pares, es decir que todos son colegas, con las mismas obligaciones, salvo que en el caso de quienes ejerzan la autoridad durante 12 meses tienen algunas atribuciones como tales.
Esto no ocurrió ayer en el Senado, donde 19 senadores evitaron una sesión extraordinaria solicitada y exigida por 26 colegas suyos. Esto significa que no solamente se dio una inverosímil situación en donde la minoría reprimió a la mayoría, sino que tuvo el tupé de acusar al otro sector de realizar un golpe parlamentario.
Todo lo contrario. El golpe parlamentario y democrático lo hicieron los apenas 19 colorados disidentes y opositores, quienes impidieron que siguiera vigente el Estado de Derecho y Republicano, en donde, en un organismo colegiado, sea la mayoría la que fija las reglas.
Por si fuera poco, lo hecho por el sector oficialista, con el apoyo del Frente Guasu y el llanismo liberal, está basado en la jurisprudencia, puesto que cuando se eligió al actual fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, la mayoría frenó el intento de la mayoría y sesionó fuera de la sala de sesiones del Senado.
