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ASUNCIÓN.- El anuncio hecho días atrás por el presidente del Senado, Silvio Ovelar, de su intención de renunciar al cargo para “regalárselo” en la última etapa del período a Juan Carlos Galaverna por cumplir 30 años en la función legislativa, sorprendió tremendamente a todos los senadores, según el liberal Víctor Ríos, quien adelantó que se avecina una nueva crisis en la cámara.
Beto Ovelar había anunciado su decisión como si se tratara de la Presidencia de un club de barrio y no de un poder del Estado. Tan seguro de lo que pensaba hacer y, lo que resulta más llamativo, convencido de que contaría con el apoyo de todas las bancadas como si regalar la titularidad del Senado y el Legislativo fuera una transacción común y corriente.
Salvo Fernando Silva Facetti, vicelíder del llanismo, que dijo que mientras se cumpla con el pacto de que el siguiente período será presidido por un liberal, a su grupo no le afecta cuál es el colorado que termina éste, en las demás bancadas, luego de la sorpresa inicial, se escucharon voces de protesta, lo que da la pauta de que a Beto no le será tan fácil cumplir su intención ni a Calé lograr el sueño de festejar su trigésimo aniversario sentado en el sillón de la Presidencia legislativa.
Ahora es el liberal Víctor Ríos, integrante de la Multibancada, quien manifestó su percepción de que el tema generará una crisis –bastante innecesaria, por cierto- en la cámara, ya que la idea de Beto es bastante heterodoxa.
En una entrevista radial, dijo que “realmente estamos todos sorprendidos; es bastante heterodoxo”, aunque, por otro lado, consideró que si la propuesta tiene la mayoría necesaria, podrá aplicarse porque cuando un sector tiene mayoría, “se hacen muchas cosas que normalmente no”.
Pero advirtió que “va a generar una crisis. Me parece que no es la forma de manejar un Congreso, el Senado de la Nación. No sería bueno instalar esto como costumbre en el Senado”.
Galaverna asumió como diputado en el primer Parlamento que se instaló después del golpe de Estado, en 1989, y continuó en la función legislativa, después como senador, de manera ininterrumpida desde entonces. Este es el motivo por el que Ovelar, en lugar de regalarle una placa conmemorativa, decidió darle la Presidencia de la cámara, para lo cual, en el caso de que se respete la línea de sucesión que establece el reglamento interno, debe haber una renuncia en cadena de presidente, vicepresidentes y presidentes de las principales comisiones asesoras.
