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Sigue sin haber un panorama claro de lo que ocurrirá en el Senado en la elección de la nueva mesa directiva para el último mandato de este Legislativo, hasta junio de 2018. Ningún sector tiene mayoría propia, lo que obliga a las 2 bancadas coloradas a negociar con otras más pequeñas, como el Frente Guasu y el llanismo liberal, que serán las que definan la elección del presidente de la cámara.
ASUNCIÓN.- Aunque algunos rumores aseguran que el oficialismo colorado hizo un pacto con el llanismo para apoyar la candidatura de Blas Llano a la Presidencia del Senado, a cambio de que los liberales apoyen la modificación del reglamento interno en Diputados, hasta ahora no hay ninguna confirmación sobre el tema, por lo que se piensa que el cartismo sigue con la idea de apoyar al oviedista Jorge Oviedo Matto para el cargo.
De hecho, el mismo Oviedo Matto aseguró que él sigue siendo el candidato de los colorados. “Es mentira que el oficialismo colorado acompañaría a Blas Llano para la presidencia. Estas son informaciones irresponsables que pretenden confundir al equipo que apoyó la enmienda”, afirmó, lo cual parece tener cierta lógica puesto que se sabe que disidentes y sectores de la oposición siguen con la sangre en el ojo a causa del mencionado proyecto.
Pero eso no quiere decir que Llano no aspire a la Presidencia, aunque, posiblemente, estaría dispuesto a dar un paso al costado en el caso de llegar a algún acuerdo con el oficialismo de la ANR. Por su parte, la disidencia apuesta por Óscar Salomón y para ello tiene el apoyo de lo que queda de la otrora orgullosa Multibancada.
Después de 2 períodos de hegemonía, el “grupete” perdió la mayoría en el Senado y ahora debe negociar puesto por puesto de la mesa directiva, si es que pretende seguir manteniendo la Presidencia.
En un tercer puesto está el Frente Guasu, que hasta ahora no decidió con qué sector aliarse. Lo que ocurre es que ninguno se comprometió a tomar en serio al caballito de batalla de los luguistas, el aumento al impuesto al tabaco y a la exportación de soja, además de la eliminación de la Alianza Público-Privada y la Fuerza de Tarea Conjunta. Esta será la bancada que define quién se queda con la Presidencia, y lo hará apostando al candidato del sector que más interés muestre en algunos de los temas que le interesan.
