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ASUNCIÓN.- Los congresistas de la oposición y colorados disidentes no se ahorraron calificativos de desaprobación contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia, contra sus propios protegidos.
En agosto de 2013 se inició un proceso de renovación de esta instancia tribunalicia, gestión que se detuvo debido a que varios senadores de la oposición y disidentes colorados oficializaron la protección.
El 24 de agosto de 2016 publicaban los medios de prensa la postura de los senadores Arnaldo Giuzzio, Eduardo Petta, Carlos Amarilla, Pedro Arturo Santacruz y Enrique Bacchetta. La senadora Desirée Masi se acopló en defensa de su esposo Rafael Filizzola, como una suerte de cambio de favores hacia determinados miembros del máximo tribunal del país.
Estos mismos legisladores cuestionaron entonces la gestión del fiscal Federico Espinoza sobre las causas que lleva contra Rafael Filizzola.
En conferencia de prensa los senadores mencionados comunicaron su negativa de acompañar el juicio político que llevaría a la renovación de la Corte.
Bacchetta, entonces miembro del Consejo de la Magistratura por el Senado, explicó que “no va a salir el juicio a los ministros de la Corte hasta tanto se solucionen todos los problemas de la República del Paraguay institucionalmente”.
