WASHINGTON.- La lonsdaleíta, diamante llamado así en honor a la geóloga británica Kathleen Lonsdale, es una de las estructuras sólidas más duras del planeta. Descubierto en 1967, hasta ahora se conocían pocos métodos para producir un diamante que se origina por compresión de las moléculas de carbono bajo presiones tan altas como la caída de un meteorito.
Sin embargo, científicos de la Universidad Nacional Australiana han encontrado una forma mejorada de sintetizar la lonsdaleíta utilizando un método que disminuye la temperatura necesaria desde más de 1.000 °C a 400 °C. Es uno de los materiales más fuertes del planeta y puede cortar prácticamente cualquier otra sustancia sólida.
A pesar de que estos diamantes no tienen valor en la joyería por ser sintéticos, su excepcional fuerza los convierte en un elemento único para aplicaciones diversas de la industria. La lonsdaleíta puede ser utilizada en áreas complejas como la minería e instalarse en taladros que podrían cortar prácticamente cualquier superficie sólida.