PARÍS, FRANCIA.- El atletismo ruso, cuya participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en agosto está por el momento en tela de juicio, vuelve a estar en el centro de la sospecha tras la suspensión por dopaje de la campeona olímpica de lanzamiento de martillo en 2012, Tatyana Lysenko.
Parece una historia repetida, pero en este caso cuenta con una particularidad que le dota de una dimensión especial: Lysenko, apellidada Beloborodova tras su matrimonio, se habría dopado en los Mundiales de 2005 en Helsinki, según la prensa rusa.
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) confirmó la suspensión provisional de la deportista con carácter retroactivo, pero sin especificar la naturaleza del producto causante ni del control positivo.
El 11 de agosto de 2015 la IAAF anunció que en los contranálisis de las muestras de los Mundiales 2005 y 2007 se habían destapado 32 casos positivos, aunque por razones jurídicas la IAAF no reveló su identidad