Albirrojos-. Foto. Archivo.
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Triunfo extraordinario que revive la ilusión y mantiene la esperanza

Nos daban por muertos y resucitamos. Como en muchas otras ocasiones límites de nuestra historia, la Albirroja volvió a la vida, para darle una alegría inmensa al pueblo deportivo y creer nuevamente que llegar al Mundial sigue siendo posible. El gol de Radamel, en posición adelantada, fue un golpe tremendo. Pero cuando estábamos para ser goleados, apareció “Tacuara” Cardozo para empatar a los 43, y 3 minutos más tarde, fue el turno de “Tony” Sanabria para anotar el gol de la victoria.

BARRANQUILLA.- Fue una victoria increíble, que tuvo sus altibajos a lo largo del partido que Arce supo leer muy bien y encontró los hombres y el sistema que terminó dando sus frutos, y convirtiendo una derrota que parecía inevitable, en un triunfo de esos que no olvidaremos jamás… Faltan tres puntos más y un par de resultados para coronar esta campaña.

La Albirroja sabía que no había que dar ni pedir cuartel. Salió con el cuchillo entre los dientes, a apretar al rival, a no dejarle jugar, ensuciar el partido si se quiere, pero a impedir antes que nada, que los “cafeteros desplegaran ese juego endiablado que tienen. Y le fue bien. Porque además aparecieron en la cancha los habilidosos y los rapiditos, como le gusta decir a “Chiqui” para taponar al rival, hacerse de la pelota hasta arrimarse con posibilidades al arco de Ospina.

Se desplegaron dos líneas de cuatro claramente definidas. En el fondo, Valdez, Gómez, Balbuena y Samudio. En el medio: Moreira, “Topo”, Richard Ortiz y Óscar Romero. Y desplazándose por el frente de ataque, Ángel Romero y Derlis González. Juntándose, dándose auxilio mutuamente, siendo solidarios, fueron construyendo una barrera a la que le costaba superar pese a toda la habilidad del mundo, a los ágiles colombianos.

Tocaban, sí: Cardona, James, Cuadrado, los Sánchez, en la mitad de la cancha, pero no lograban progresar porque el anticipo de los nuestros se lo impedía. Y no era sacar y rifar la pelota, sino jugarla, intentando avanzar con pelota dominada. Bien “Topo” hasta que Fabra lo mandó a  los vestuarios después de una plancha muy fuerte que mereció la roja y solo fue amonestación.

Pero así y todo saliendo por la izquierda, con Óscar Romero y Samudio, el lateral de América de México ganó el fondo, cedió la pelota a Derlis González que remató solo, frente al arco pero el balón rebotó en el palo izquierdo de Ospina. Pudo haber sido la jugada clave, porque después, Paraguay aflojó un poco la presión y entonces apareció en toda su dimensión Antony Silva para tapar la más clara jugada del partido y mantener el cero hasta el final de la primera etapa.

Pero el panorama varió radicalmente en la segunda fracción simplemente porque los colombianos recuperaron la memoria, desarrollaron ese juego de toque y profundidad que en los primeros cinco minutos de la etapa final, nos tuvieron al borde del nocaut. Pero una vez más como muchas en estas eliminatorias, Antony Silva salvó al equipo del incendio.

La entrada de Tony Sanabria le dio un poco más de movilidad al equipo, pero no aparecían las situaciones propicias, a pesar de que sobre los 30 minutos repuntó Paraguay y fue entonces que, en un contragolpe, Radamel Falcao  anota el primero del partido nos cae un balde de agua fría sobre las cabezas. ¿Otra vez la decepción? ¿Otra vez a esperar? Pero no. Algo más nos tenía reservado el partido.

Entró “Tacuara” Cardozo por Samudio y no bajó los brazos el equipo. Con los dientes aun mas apretados, dándose ánimo unos a otros, con los gritos de “Chiqui” Arce, y sacando fuerzas de flaqueza comenzaron a dar frutos la espera y las oraciones, la ilusión reverdecía, la esperanza estaba cada vez más viva. Los contragolpes de Colombia eran terroríficos, pero la figura de Antony Silva se hizo gigantesca…

Y por algo fueron llamados Antony Silva y “Tacuara” Cardozo porque los dos, primero “Tacuara” a los 43 y después Antony a los 46, dieron vuelta el partido, y consiguieron la más soberbia victoria que se recuerde en muchos años, en partidos tan candentes como este. Un triunfo que perdurará en la memoria por muchos años y que hoy por hoy, nos hace abordar con más optimismo todavía, la última etapa previa, camino al Mundial de Rusia.

DETALLES DE LA JORNADA

Estadio Roberto Meléndez de Barraquilla, Colombia. Árbitro: Ricardo Márquez de Brasil. Goles: 33’ Radamel Falcao Garcia (C), 43’ Óscar Cardozo y 46’ Tony Sanabria (P). Amonestados: Richard Ortiz, Derlis González, Bruno Valdez, Robert Piris (P). Frank Fabra, Cristian Zapata, Radamel Falcao (C).

COLOMBIA: David Ospina; Santiago Arias, Cristian Zapata, Davinson Sánchez y Frank Fabra; Carlos Sánchez, Abel Aguilar, Juan Guillermo Cuadrado y James Rodríguez; Edwin Cardona y Radamel Falcao García. DT: José Pekerman.

PARAGUAY: Antony Silva; Bruno Valdez, Gustavo Gómez, Fabián Balbuena y Miguel Samudio; Jorge Moreira, Víctor Cáceres (Robert Piris da Motta), Richard Ortiz y Óscar Romero; Ángel Romero y Derlis González. DT: Francisco Arce.

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