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BUENOS AIRES.- El narcotraficante Ibar Pérez Corradi, quien el martes fue extraditado de nuestro país, llegó a la argentina camuflado como policía. Un “doble” se vistió cómo él y se hizo pasar por el criminal por medidas de seguridad. Ayer declaró durante varias horas ante la jueza que investiga la mafia de los medicamentos y los asesinatos e implicó fuertemente a Aníbal Fernández, exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner.
Cuando los agentes lo escoltaron, bajó una persona vestida como él, a la que no se le veía la cara. Todos pensaron que se trataba del delincuente que estuvo escondido mucho tiempo en Paraguay, pero en realidad era un doble de la policía argentina. Pérez Corradi iba como un agente de seguridad y nadie pensó que así sería. La idea fue cuidar de su seguridad.
“Preferimos sobreactuar y no lamentar una desgracia. El operativo fue impecable”, confió una alta fuente de Seguridad al diario La Nación de Argentina, según una publicación en su periódico digital.
De acuerdo con fuentes judiciales, ante la jueza federal María Romilda Servini, el detenido manifestó: “Sebastián Forza me dijo que La Morsa es Aníbal Fernández”. Y ratificó su condición de “inocente” y de no tener vinculación con delito alguno.
Según resaltaron los mismos voceros, Pérez Corradi manifestó que Forza le reveló antes de su muerte -de la que se desligó, como así también de los otros dos crímenes- que había enviado una fuerte suma de dinero a “La Morsa”, con el supuesto objetivo de tener “protección y cobertura”. Las fuentes precisaron que el detenido aseguró en su declaración que “Aníbal Fernández no dejaba trabajar a los laboratorios y tuvieron que mandarle varios cientos de miles de dólares en un bolso”.
