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ASUNCIÓN.- Lo que queda en evidencia en este último tiempo es que luego de las internas, el pueblo colorado estará más que dispuesto a unirse y trabajar a favor de las candidaturas del partido para las elecciones del año próximo.
Si bien la disidencia intentó quebrar la idea del abrazo republicano, las bases han encontrado puntos de coincidencia y demuestran haber aprendido la lección que no pudo aprender la dirigencia; no están dispuestas a que vuelva a ocurrir lo del 2008, cuando un sector, liderado por Luis Castiglioni, traicionó al partido y posibilitó la derrota frente a Fernando Lugo.
Esto pretendió reeditar el precandidato añetete, Mario Abdo Benítez, al decir que “solo muerto” se impediría que él gane las internas, y que hay un plan de fraude generalizado para robarle la candidatura. Con ello lo que hacía era, en primer lugar abrir el paraguas ante su futura derrota, y, en segundo lugar, justificar su traición al hacer “la gran Castiglioni”.
Pero el pueblo colorado rechazó de plano estas pretensiones y en los cierres de campaña del oficialista Santiago Peña dio un rotundo SÍ a la unidad partidaria y al abrazo que se concretará ese mismo 17 de diciembre, al conocerse el resultado de las elecciones.
