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ASUNCIÓN.- Los primeros que aparecieron en los medios dando su apoyo al gobernador colorado del Guairá, Rodolfo Friedmann, fueron los liberales Efraín Alegre y Luis Alberto Wagner, y el pedepista Eduardo Petta. Ninguno tiene nada que ver en el conflicto, ya que, al parecer se trata de un enfrentamiento entre movimientos internos de la ANR, pero allí estaban, como lo que son, eternos pescadores de río revuelto.
Cuando hay alguna invasión de tierra o un enfrentamiento entre policías y campesinos, allí están ellos, cual superhéroes, acaparando todo el protagonismo mediático a tal punto que los verdaderos actores pasan a segundo plano.
Wagner y Petta son legisladores, pero lo que menos hacen es legislar. Están firmes para meter la nariz en cualquier conflicto que les pudiera dar espacio en los medios de comunicación, llevando siempre agua a su molino. Y Alegre es presidente del principal partido de la oposición, que hoy está despedazado justamente por las malas decisiones tomadas por su titular.
Pero gritan denunciando los atropellos e injusticias del gobierno hacia el pueblo y lo hacen intentando convencer que solo ellos podrán sacar a la gente de la miseria en la que se encuentra.
Ahora están metidos hasta las narices en el conflicto del Guairá, aunque no tienen arte ni parte en el conflicto, que es, obviamente, un enfrentamiento interno entre colorados. Y sin embargo, allí están. Dejaron de lado todas las responsabilidades por las que reciben jugosos salarios y viajaron a Villarrica para ser parte de la foto principal, al lado de Friedmann.
Aunque es un enfrentamiento entre colorados, ellos intervinieron porque los seguidores de Friedmann responsabilizan al presidente Horacio Cartes de todo lo ocurrido y estos 3 personajes jamás se niegan a participar de un espacio desde donde pueden atacar al jefe de Estado.
Según Petta, se falsificó la firma de Friedmann en la presunta renuncia, por lo que “instamos a que el Ministerio Público inicie una investigación seria y objetiva que pueda en forma inmediata buscar a los autores de producir documentos auténticos y que sean sancionados, no solamente lo que producen sino también los que están utilizando”.
Wagner repitió más o menos el mismo libreto, y, por supuesto, culpó al oficialismo colorado sobre lo ocurrido. “Son ejercicios que ellos van haciendo para ver cómo nos van a reventar; es un ejercicio más de cómo torcer lo legal, lo constitucional, cómo encontrar un vericueto para golpear al adversario político”, aseguró el liberal.
