WASHINGTON.- La tensión no sede. Tras su visita a Corea del Sur, donde volvió a amenazar a Kim Jong-un por subestimar el poderío de Estados Unidos, el presidente Donald Trump, envió tres portaaviones en una demostración de fuerza naval destinada a Corea del Norte, cuyas ambiciones nucleares son tema prioritario en la vista del republicano a Asia.
A estas tres naves se sumaron siete barcos de guerra surcoreanos con el objetivo de realizar ejercicios por cuatro días en el Pacífico occidental. Participan de la misión sin precedentes los portaaviones Ronald Reagan, Nimitz y Theodore Roosevelt.
“El ejercicio está destinado a mejorar la disuasión contra las amenazas nuclear y de misiles de Corea del Norte y mostrar nuestra capacidad para detener cualquier acto de provocación”, declaró un portavoz ministerial de Corea del Sur.
Los buques estadounidenses realizarán ejercicios aéreos, de vigilancia en el mar, entrenamiento de combate aéreo defensivo y otras operaciones de entrenamiento, indicó la Marina.