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UCRANIA.- El astro televisivo Volodimir Zelenski juró hoy como nuevo presidente de Ucrania y como primera medida tomó una decisión más que polémica: disolver el Parlamento. El cómico, quien sorprendió al mundo al ganar las elecciones, aseguró hoy que el cuerpo no es más que un grupo interesado en enriquecerse y cumplió con su promesa electoral: desarmarlo.
Zelenski, de 41 años, y que en su discurso también prometió detener la guerra en el este del país contra separatistas apoyados por Rusia, rompió con las tradiciones de la política ucraniana y rechazó hacer el tradicional paseo en auto. En su lugar, caminó hasta el parlamento a través de un parque lleno de gente. Acompañado por cuatro guardaespaldas, estrechó la mano a algunos de los espectadores e incluso se detuvo a tomarse una foto con uno de ellos.
Antes de hacer el anuncio, el nuevo mandatario pidió a la cámara que aprobara una ley contra el enriquecimiento ilegal y que apoyara sus mociones para destituir al ministro de Defensa, al responsable del Servicio Secreto y al fiscal general, todos ellos aliados del expresidente Petro Poroshenko, que sufrió una dura derrota en las elecciones ante él, un comediante sin experiencia política.
En su discurso, Zelenski dijo que su objetivo principal es llevar la paz al este de Ucrania, donde las tropas del gobierno llevan cinco años combatiendo a separatistas respaldados por Rusia. «Estoy dispuesto a hacer lo que sea para que nuestros héroes no mueran allí. Estoy dispuesto a perder mi popularidad y, si es necesario, estoy dispuesto a perder el cargo para que tengamos paz».
Zelenski fue elegido por el 73% de los votos en la segunda vuelta de las presidenciales el mes pasado, en una victoria que reflejó el agotamiento de los ucranianos con la política tradicional. El nuevo jefe de Gobierno, que durante años interpretó al presidente en una popular serie de televisión («Servidor del pueblo»), cerró su discurso en el Parlamento refiriéndose a su carrera como comediante.
Conocido sobre todo por sus espectáculos de monólogos, Zelenski se benefició del descontento de los ucranianos con sus élites, consideradas corruptas e ineficaces, y de la decepción que dejó el levantamiento prooccidental de la plaza Maidán, hace cinco años, que llevó al presidente saliente, Petro Poroshenko, al poder.
Sin embargo, el nuevo presidente es acusado de ser una marioneta del oligarca Igor Kolomoiski, enemigo del presidente Petro Poroshenko y propietario de la cadena de televisión que emite su programa, lo que el actor desmiente.
Ucrania, país de 45 millones de habitantes, está inmerso en una crisis económica y enfrenta además una guerra contra separatistas prorrusos en el este del territorio, que ya dejó más de 13 mil muertos en cinco años.
