ADN Digital
Artículos relacionados
El fiscal Miguel Ángel Alvarenga acusó a un hombre que “reventaba” a golpes a su concubina y la violaba frente a sus hijos menores de edad. Los niños también eran agredidos físicamente. El representante del Ministerio Público formuló la acusación por violencia familiar y coacción sexual, y al mismo tiempo solicitó la apertura a juicio oral y público. El responsable de los deleznables hechos es Luis Aranda Ayala, quien durante 15 años torturó a la mujer cuyos mayores datos se resguardan por los antecedentes horrendos del caso.
MINGA GUAZÚ, Alto Paraná.- Las agresiones brutales datan de mayo del 2017, sin embargo, la mujer convivió con el hombre durante 15 años, tiempo en el cual siempre se mostró violento, según su denuncia. Tomó intervención en el caso el fiscal Alvarenga, quien constató que el indiciado ya tenía una orden de alejamiento de la mujer.
En ese sentido la Fiscalía se ratificó en la medida cautelar determinando que Aranda Ayala guarde una distancia de 500 metros de la afectada, pero nunca cumplió, pues siempre volvía a la residencia para agredir a sus hijos menores sin motivos.
El 12 de mayo pasado nuevamente ingresó en actitud violenta al domicilio de la dama y sin mediar palabras la golpeó con puño y patadas hasta reventarle la dentadura, luego le cortó el cabello con un machete que encontró en el sitio. No contento con esto, le desvistió frente a sus hijos de 13, 11 y 7 años de edad, agarró el vello púbico de la recurrente y les mostró a sus hijos al tiempo de lanzar todo tipo de improperios, a fin de hacerle quedar mal frente a los niños.
En su declaración testifical, la denunciante contó que también le golpeó las partes íntimas con una zapatilla y luego la violó. Mientras sus pequeños lloraban desconsoladamente alrededor de ellos. Continuó relatando que la tortura duró por al menos 5 horas y a las 23:00 horas el agresor se quedó dormido, espacio aprovechado por la afectada para escapar con sus hijos hasta la comisaría jurisdiccional.
Los chicos en reiteradas oportunidades trataron de defender a sus progenitoras, pero el procesado les pegaba tras cada intento.
La denunciante tenía rastros de golpes en todo el cuerpo, incluyendo lesiones múltiples en la vagina, según precisó el forense que la inspeccionó. En tanto que el informe victimológico refiere que los menores de edad tienen graves secuelas psicológicas.
Ahora Luis Aranda Ayala será juzgado ante un Tribunal de Sentencia que determinará su responsabilidad en el terrible suceso. El mismo permaneció privado de libertad durante el transcurso de la investigación, pues mantenía bajo constante amenazas a las víctimas.
