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Según Efraín Alegre, el cartismo ya no tiene incidencia en el PLRA, pues se le han cortado las manos, refiriéndose al movimiento de Blas Llano, que fue avasallado en la convención ordinaria del sábado pasado. Cada vez resulta más evidente que el titular del PLRA no tiene intención de llegar a acuerdos con los demás movimientos sino que quiere ahondar el abismo que existe en este momento.
ASUNCIÓN.- Una de dos, o Alegre no se dio cuenta del quiebre que tiene su partido, o no le interesa y piensa que puede conservar el poder y encabezar una concertación opositora con sus seguidores y los del vendido e imputado Salyn Buzarquis. De lo contrario no se explica que siga tirando leña al fuego, desafiando a los llanistas como si éstos no formaran parte ya del PLRA, el partido que él preside.
Sigue generando reacción, mayoritariamente de rechazo, la sorpresiva decisión de la convención de inhabilitar por un período electivo a los 6 diputados que no estuvieron presentes en la Cámara cuando se votó el pedido de intervención a la Municipalidad de Ciudad del Este. Los argumentos esgrimidos por quienes se oponen a dicha medida es que la convención partidaria no es la instancia encargada de tratar ese tema, que ya estaba siendo analizado por el Tribunal de Conducta.
Uno de los motivos por los cuales Alegre había resuelto apoderarse del Tribunal de Conducta, que, junto con el Electoral, es el más importantes del partido, fue justamente ese, poder digitar duras sanciones a quienes no siguen la línea política que el partido (o sea, él) indique. Como el Tribunal Electoral de la capital, primera sala, había hecho lugar al recurso de amparo presentado por el llanismo, se había quedado sin poder manejar al Tribunal de Conducta, así que maquinó para que la convención sea la que castigue a los “desobedientes”.
Esto mismo pretende hacer si es que algún legislador liberal pretende apoyar la figura de la reelección, para lo cual tiene que tener en su poder el tribunal de marras.
Pero él está convencido de que lo que hizo fue escuchar la voz del pueblo liberal, que está cansado “de que no se cumplan las líneas políticas. Esa fue una convención apoyada por el 95% de los convencionales. Por ejemplo, los convencionales de Misiones, que son casi todos llanistas salvo uno, votaron por la sanción. El caudillo de la lista de Llano en Misiones, el Dr. Capurro, en una reunión de presidentes de comités, pidió la sanción. Creo que entre ellos se deberían sincerar”.
Alegre sigue culpando de los males del PLRA al presidente de la República, como si éste fuera afiliado liberal. Dijo que con su triunfo en las internas, las manos de Cartes están cortadas en el partido, pero lo que en realidad quedó cortado en dos gracias a sus actitudes dictatoriales es el partido mismo.
