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Con más de 10 años en el cargo, María Jazmín Scappini Vallejo renunció a su trabajo en la Corte Suprema de Justicia, y al que tenía en la representación paraguaya ante la Organización de las Naciones Unidas.
Scappini es hija de la diputada por Patria Querida Rocío Vallejo y durante los últimos días algunos medios generaron el rumor de que el oficialismo pretendía expulsar de la cámara a la legisladora, con el argumento de que habría traficado influencias, al pedir el comisionamiento de la joven.
Sin embargo, rápidamente, los principales referentes de Honor Colorado, como el senador Basilio Núñez y el presidente de Diputados, Raúl Latorre, rechazaron este rumor y aseguraron que no hay méritos para someter a Vallejo a la pérdida de investidura.
Sin embargo, los rumores bastaron para que la joven presente renuncia a ambos cargos, tal como lo anunció la legisladora. “Mi hija acaba de presentar su renuncia. Después de una carrera laboral de 11 años en el Poder Judicial, mi hija presentó su renuncia y ya no pertenece a la función pública”, dijo la diputada en su cuenta de X.
Pero Vallejo no culpa de esta decisión a los rumores maliciosos sino a que Scappini Vallejo “fue admitida en la Universidad de Pennsylvania, una de las universidades más prestigiosas del mundo, para realizar una maestría en la Escuela de Leyes, becada por el decano de la Universidad. Durante su permanencia hasta hoy en la Embajada paraguaya ante la ONU, jamás tuvo un solo privilegio económico más que su salario”.
La diputada alegó que ella no había pedido el comisionamiento de su hija de 29 años, y que el motivo de la renuncia de María Jazmín, quien es abogada y escribana, se debe a que accedió a esta beca y le será incompatible estudiar y trabajar a la par. “Ella renuncia por su cuestión académica”, aseguró a la 1080 AM.
Además de esto, Vallejo defendió a su hija y afirmó que no era una “planillera” en la ONU y que se desenvolvía de 9:00 a 17:00 e incluso más horas cuando así era necesario y afirmó que su sueldo rondaba los USD 500, que representa el sueldo que percibía en la Corte. “Mi hija no tenía bonificaciones, ni viáticos ni horas extras”, afirmó.
