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ASUNCIÓN.- La Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) sigue demorándose para la asistencia de los sectores más vulnerables. La meta es llegar a 330 mil familias, pero no se sabe cuándo. Varias son las irregularidades detectas en la lista de beneficiarios.

El pasado 31 de marzo empezó con 522 familias y actualmente, ocho días después, recién se alcanzó a 38.095. El retraso de la SEN es más de lo normal, mientras el hambre y las irregularidades en el proceso son los que más se destacan.

“Aprovecho para pedir disculpas a las familias que esperan esto. Durante toda la Semana Santa vamos a trabajar para llegar a más gente”, dijo este miércoles el jefe de la Unidad de Gestión de la Presidencia, Hugo Cáceres, en conferencia de prensa.

El ministro de la SEN, Joaquín Roa, justificó el excesivo retraso de la transferencia por la necesidad de la gente, alegando que es por el cruzamiento de datos y los rigurosos controles para adjudicar a un beneficiario.

A pesar de los “rigurosos controles”, varias son las irregularidades detectadas, como es el caso del hijo del funcionario de Itaipú que aparece entre los adjudicados, sin importar que el padre tenga un salario de 30 millones al mes.

Otro caso es del joven Aaron John Leftwich, informático de profesión, quien se inscribió a pesar de ser de nacionalidad norteamericana, con varios bienes a su nombre, y fue también adjudicado. El profesional hizo todo el proceso para demostrar la vulnerabilidad del sistema.