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ASUNCIÓN.- El Senado es un cuerpo colegiado en donde el presidente es transitorio y es par entre pares, es decir que es tan igual como el último de los 45 legisladores que lo integran. En el sistema republicano, que garantiza la existencia de mayorías y minorías, normalmente quien representa al cuerpo sigue las instrucciones de la mayoría, ya que todo se decide en base al voto.
De hecho, en la Cámara Alta, esa mayoría la tuvo por casi 2 años el “grupete” de disidentes y sectores de la oposición. Por eso Roberto Acevedo asumió como presidente, en julio del año pasado, con el voto de 23 colegas suyos, y su mandato va hasta junio de este año.
Pero las cosas cambiaron y ahora el “grupete” ya no tiene la mayoría, sino que la consiguieron oficialistas colorados, aliados a los llanistas liberales y a la bancada de Frente Guasu. Aunque Acevedo fue elegido por la que ahora es minoría, él no puede cambiar las reglas de juego y debe seguir actuando en base a lo que decida la mayoría.
Ya cometió 2 errores continuados, cuando la mayoría pidió la sesión extraordinaria para modificar el reglamento interno y cuando la solicitó para tratar el proyecto de enmienda. Y permanece en su grave violación a cualquier principio cuando sigue desconociendo a la mayoría y mostrándose funcional al “grupete” que ahora es minoría.
Así que cuando dice que no asistirá a la reunión de la mesa de diálogo el martes 18, Acevedo viola todo principio legal y republicano, porque, siendo presidente de un poder del Estado, asume la representación del sector minoritario del mismo.
